La presión covid en Atención Primaria baja pero los médicos instan a no confiarse

Los facultativos consultados coinciden en que se aprecia un cierto alivio ante lo que se percibe como una meseta en la curva epidemiológica. Una impresión que comparte Luis Miguel García, presidente de la Sociedad Aragonesa de Medicina de Familia y Comunitaria (Samfyc) y médico de Familia en el centro de salud de La Jota de Zaragoza, para quien una menor interacción social se traduce en menos contactos estrechos, lo que reduce las pruebas PCR :"Si antes hacíamos hasta 80 al día, ahora es la mitad". Una disminución que se experimenta también en otros centros. Rosa Magallón, médico de Familia en el Arrabal de Zaragoza, cuenta que ahora hacen entre 20 y 30 PCR diarias, pero han llegado a realizar 70:"Se mantienen los circuitos –como en el resto de ambulatorios– y se nota que ha bajado la presión por covid, aunque pensamos que es coyuntural. Después del puente y de las Navidades, con las calles llenas, veremos qué pasa". En este sentido, relata que "el virus sigue ahí" y "es difícil cumplir las recomendaciones, pero es muy necesario". Esta facultativa explica que mantienen un ritmo alto en la asistencia sanitaria por el resto de patologías:"Tenemos menos saturación con pacientes con coronavirus y nos podemos dedicar a revisiones de pacientes crónicos que teníamos demorados. La gente necesita que la veamos".

Las dos últimas semanas se nota una "contención y mantenimiento de un suave descenso en los casos y en solicitud de pruebas diagnósticas de infección activa, PCR o antígenos, y la positividad, aunque de una manera lenta, está yendo a la baja", apunta Ángel Aznar, subdirector médico de Atención Primaria del Sector II. Tal y como añadió, viendo la evolución de la pandemia desde marzo "hay que ser sumamente cauto y precavido. No hay que confiarse ni bajar la guardia". Una idea que traslada también Leandro Catalán, presidente de los Sindicatos Médicos de Atención Primaria CESM Aragón y Fasamet, quien confirma que se ha reducido la incidencia "y la presión por covid". Catalán hizo un llamamiento a la sociedad para seguir manteniendo la distancia social:"No debemos lanzar las campanas al vuelo y la gente no puede pensar que está todo solucionado, por lo que nos puede venir encima con las fiestas". Emplaza a seguir con las medidas básicas de higiene y a limitar las reuniones sociales de cara a "evitar que llegue otra ola a finales de diciembre o en enero, que sería ya la cuarta en Aragón", que es lo que puede pasar, dice, si se levantan las restricciones. Un aumento de casos conlleva mayor carga asistencial en Atención Primaria y, después, en los hospitales: "Eso pone en peligro al resto de la atención sanitaria que tenemos que prestar".

La presidenta de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria en Aragón y pediatra en el centro de salud de Sagasta, Teresa Cenarro, añade que "desde la semana padada se ha notado mucho la bajada de presión por el coronavirus. Hay menos pruebas que solicitar a los contactos porque lógicamente han bajado, menos seguimientos, aunque se siguen haciendo test de antígenos ante cualquier patología susceptible de ser covid, y afortunadamente las pruebas salen en su mayoría negativas". "Es –dijo– una luz después de tanta oscuridad". Sin embargo, "a pesar de los buenos datos sigue habiendo muchos casos y hay que seguir manteniendo una responsabilidad máxima", afirma.

Pendientes del puente
Y es que la llegada del próximo puente festivo por la Constitución y la cercanía de las fechas navideñas hacen saltar las alarmas. Para García, "cada ola puede durar 20 días o un mes y la siguiente puede ser pequeña o un tsunami, depende de cómo se relaje la gente. Muchas veces decir que están bajando los casos lo asocian con que ya se ha ido la covid y jornada de puertas abiertas. De hecho, el próximo repunte podría ser fruto del fin de semana del Black Friday, del próximo puente o de la suma de ambos". Por esta razón reitera el llamamiento a la precaución:"Todos estamos cansados, los sanitarios y la población en general. Es un tira y afloja. No hay que confiarse para que no vuelvan las restricciones después de las fiestas".

Por su parte, Isabel Renales, la coordinadora del centro de salud Bombarda, en el zaragozano barrio de Delicias, subraya: "Casi da miedo decir que están bajando los casos de covid vista la respuesta de la gente. Si nos empeñamos en tener unas Navidades convencionales, tendremos un enero de película de terror". Para el subdirector médico de Atención Primaria del sector II, "el virus sigue ahí", por lo que la situación podrá mejorar con el anunciado plan de vacunación:"Estoy convencido de que ciertos comportamientos han llegado para quedarse, como la distancia social o el uso de las mascarillas".