La ciencia española, aquejada como siempre de falta de fondos, no ha sido la más rápida en la investigación de la covid pero avanza con paso firme. Su reto -explican en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)- es conseguir una de las mejores profilaxis del mundo contra el coronavirus para el futuro. Un compuesto que, pasada la crisis actual, garantice una inmunización de "calidad", a buen precio y, sobre todo, a largo plazo. Y parece que las cosas avanzan hacia esos objetivos.
El proyecto español más avanzado de los tres en los que trabajan los investigadores del CSIC, el que utiliza una variante del virus que sirvió para erradicar la viruela, ha mostrado una eficacia del 100% en ratones, según ha publicado la prestigiosa revista 'Journal of Virology'. Se trata de un porcentaje de inmunización superior al de los dos grandes laboratorios que distribuyen ya su vacuna en Europa (Pfizer/BioNTech y Moderna), que tienen una eficacia que se queda en el 95%, y muy superior al 70% de inmunidad que consigue el tercero de los proyectos que en breve empezará a comercializarse en la UE, el de AstraZeneca/Universidad de Oxford.
Según informó este jueves el CSIC, con estos datos el proyecto de los científicos Mariano Esteban y Juan García Arriaza está por tanto listo para seguir avanzando hacia las pruebas clínicas. El siguiente paso es la solicitud del permiso a la Agencia Española del Medicamento para los primeros ensayos clínicos, fases I/II, que podrían iniciarse en unas semanas, ya con las inoculaciones a los primeros humanos (100 voluntarios en la primera etapa y grupos más amplios en la segunda).
No obstante, el consejo no se atrevió a adelantar cuándo podría a estar lista la primera vacuna 'made in Spain' para su distribución. En cualquier caso, los expertos creen bastante difícil que pueda estar en la calle antes de 2022 aunque lo ensayos en humanos fueran un éxito y no hubiese demasiados contratiempos.
"Respuesta robusta"
"Hemos observado que el candidato vacunal MVA-CoV-2-S genera una respuesta inmunitaria robusta con producción de anticuerpos neutralizantes y activación de linfocitos T en ratones", explicó Mariano Esteban, que dirige el laboratorio de poxvirus y vacunas del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC), que en este proyecto colabora con la empresa biotecnológica española Biofabri, perteneciente al grupo Zendal
"La vacuna confiere una protección del 100% contra el virus en un modelo de ratón humanizado susceptible a la infección por SARS-CoV-2, lo cual es muy importante", subrayó por su parte Arriaza.
El funcionamiento de la vacuna es complejo: el virus que llegado el momento se inocularía ha sido modificado para "expresar" la proteína S completa del SARS-CoV-2, que es la llave que permite la entrada del coronavirus en las células humanas. Esta proteína se produce tan pronto como el virus penetra en la célula y es la que 'enseña' al sistema inmunitario cómo debe reconocer al coronavirus real y cómo debe eliminarlo.
El estudio ha demostrado que la administración de una o dos dosis de este candidato vacunal protege al 100% de los 'ratones humanizados' de la enfermedad y letalidad causada por el SARS-CoV-2. Con dos dosis de la vacuna se produce una inhibición completa de la replicación del virus en los pulmones.
"Para definir un mayor espectro de acción de la vacuna y cumplir con los requisitos de las agencias reguladoras para los ensayos clínicos, se están llevando a cabo experimentos de inmunogenicidad y eficacia en el modelo de hámster", detalló el CSIC, que reveló que en breve se comenzará a probar la fórmula con macacos, como paso previo a las fases clínicas de experimentación con voluntarios.
En marzo de 2020, solo unos días después de la declaración del estado de alarma con el que comenzó el confinamiento total, el Gobierno aprobó una partida de casi 30 millones de euros para la investigación sobre una vacuna.