La robótica también trabaja al servicio de la salud, y en concreto, de la cirugía. Los robots capaces de operar son una verdadera obra de ingeniería. Mientras uno de los brazos de la máquina sostiene la cámara, los otros tres se centran en la intervención quirúrgica haciendo uso de diferentes instrumentos. Detrás, sentado frente a una consola, el cirujano guía los movimientos que tienen que hacer las cuatro extremidades. Así es como funcionan los dos sistemas de cirugía de última tecnología con los que contará el año que viene el sistema público de salud aragonés. Estos avances permitirán operar con una mayor "precisión" y "visibilidad" y se utilizará principalmente en pacientes oncológicos y en algunas patologías benignas complejas.
"Las operaciones van a ser más minuciosas y con mayor precisión. Habrá menor riesgo de sangrado y de infección. Además, la recuperación post-quirúrgica será mucho mejor", asegura la jefa de servicio de Urología del Hospital Universitario Miguel Servet, María Jesús Gil Sanz, que insiste en que todos los profesionales del centro hospitalario están "muy contentos" de las próximas adquisiciones ya que llevan "muchos años" solicitándolo y “ya era necesario”.
En septiembre de 2023, según las condiciones recogidas en el Plan Inveat del Ministerio de Sanidad, Huesca contará con su primer acelerador lineal. Además, el Hospital Clínico Lozano Blesa de Zaragoza sustituirá sus dos máquinas más obsoletas por la última tecnología (y contará con un total de tres) y el Servet cambiará también uno de estos (cuenta con un total de tres). Así, dentro de un año, Aragón dispondrá de un total de siete máquinas. Teruel contará también "a futuro" (y fuera del Plan Inveat) con este sistema en el nuevo hospital, según indican las jefas de sección de Oncología Radioterápica del Servet, Reyes Ibáñez y Manuela Lanzuela.
"Los aceleradores lineales son las máquinas que utilizamos para la radioterapia y es un tratamiento fundamental para los pacientes oncológicos", asegura Ibáñez, al mismo tiempo que explica que se utiliza en cáncer de mama, de próstata, de cabeza, de cuello y del aparato digestivo, entre otros muchos. "La radioterapia tiene un papel distinto en cada uno de los tumores", añade.
Con los nuevos aparatos que se van a instalar, "Aragón será una Comunidad puntera", asegura Lanzuela. "La ratio estipulada de habitantes por máquina será la óptima y se van a poder reducir las listas de espera", añade. En el último año, 3.500 pacientes fueron tratados con los aceleradores lineales en Aragón. "Todos los que padezcan cáncer tienen que tener la certeza de que van a ser tratados con el tratamiento más óptimo y con la última tecnología que existe", asegura.
En esta última década, sostienen las especialistas, se han producido avances tecnológicos que han permitido mejorar la efectividad de los tratamientos y la precisión. "El paciente y su seguridad es lo más importante para nosotros", argumentan.
Ibáñez asegura que la realidad es que cada vez se diagnostican más tumores. "Ha subido la incidencia, pero también lo ha hecho la supervivencia de los pacientes. De hecho, la previsión es que en 2030 uno de cada dos o tres europeos tenga cáncer. Por eso es muy importante apostar por la tecnología", reconoce.
Fuente: Heraldo de Aragón