La Unidad de Ictus del Hospital Clínico Universitario 'Lozano Blesa' de Zaragoza ha cumplido un año de actividad, en el que ha atendido a 410 pacientes por esta patología. Su finalidad es instaurar tratamientos y cuidados específicos de forma precoz para prevenir y evitar las complicaciones, neurológicas o generales, que se pueden presentar durante la fase aguda de la enfermedad.
De este modo, y mediante un modelo asistencial multidisciplinar, se mejora la supervivencia de los pacientes y disminuyen las secuelas, ha explicado la consejera de Sanidad, Sira Repollés, que ha recorrido este miércoles sus instalaciones, junto al gerente del Sector Zaragoza III, José Ignacio Barrasa.
La unidad inauguró a finales de septiembre del pasado año y está ubicada en la planta séptima del Clínico. Cuenta con seis camas controladas las 24 horas los siete días de la semana. Desde su puesta en marcha, la mortalidad asociada a esta patología está por debajo del ocho por ciento, cuando en los años anteriores estaba se situaba entre un 13 y 14 por ciento, ha precisado Repollés.
Asimismo, en este año de andadura, se han detectado complicaciones en el 42 por ciento de los pacientes, con una tasa de detección precoz de eventos mediante la monitorización muy elevada, hasta en el 58 por ciento de las ocasiones, lo que ha permitido adelantar las medidas terapéuticas oportunas para solucionarlas con mayor rapidez.
El perfil de los pacientes es, sobre todo, de varón -el 58 por ciento del total de casos- con una edad media de 72 años, aunque se han tratado afectados desde los 33 a los 98 años. El 78 por ciento de ellos ha presentado un ictus isquémico y el 22 por ciento, hemorrágico.
Los pacientes con ictus isquémico se han beneficiado en más del 20 por ciento de los casos de terapias de recanalización en fase aguda, el 10 por ciento de trombólisis, el 7 por ciento de trombectomía y el 5,6 por ciento de ambas.
Los pacientes han sido remitidos tanto del sector sanitario del Clínico, el 87 por ciento del total, como de otra área sanitaria, según los criterios de derivación establecidos en el Plan de Atención al Ictus de Aragón.
El ictus es un trastorno brusco en la circulación sanguínea del cerebro que puede ser producido por oclusión de un vaso sanguíneo -isquémico en el 85 por ciento de los casos- o por rotura del vaso, con la consecuente hemorragia -el 15 por ciento-.
Más del 90 por ciento de ellos están en relación directa con alguno de los diez factores de riesgo: hipertensión arterial, diabetes, dislipemia -elevación del colesterol-, apnea del sueño, obesidad y hábitos de vida nocivos: tabaquismo, abuso de alcohol, sedentarismo y el estrés.
Con la adecuada corrección y tratamiento de estos factores de riesgo, se podría reducir más del 90 por ciento de los ictus. En Aragón se producen entre 2.800 y 3.000 nuevos casos de ictus al año.