La Universidad de Zaragoza ha celebrado el solemne acto académico de apertura del curso 2019-2020 en el edificio Paraninfo. El rector de la Universidad de Zaragoza, José Antonio Mayoral, acompañado de la consejera de Ciencia, Universidad y Sociedad del Conocimiento, María Eugenia Díaz, ha presidido el acto.
La ceremonia ha comenzado con la presentación del resumen de la Memoria del curso 2018-2019, a cargo del secretario general de la Universidad.
A continuación, John J. Tracy, doctor en Física por la California State University-Dominguez Hills, doctor en Ingeniería por la University of California-Irvine y vicepresidente y director de Tecnología de The Boeing Company de 2006 a 2016 -actualmente jubilado- ha impartido la lección inaugural, titulada “El conocimiento es poder: Alianzas para la innovación”.
John J. Tracy ha dirigido el equipo de ingeniería de Boeing, una de las mayores compañías aeroespaciales del mundo. Durante su mandato, su equipo creó productos aáereos muy relevantes, como el avión comercial 787 Dreamliner, el primer avión de pasajeros en contar con un fuselaje compuesto; el avión 747-8 Intercontinental, una versión actualizada del avión comercial más grande de Boeing; el X-37, un avión espacial no tripulado experimental de 30 pies, primera nave espacial reutilizable desde el Transbordador Espacial; y Phantom Eye, un avión de larga duración, alimentado por hidrógeno, de 150 pies - aviones de demostración no tripulados de largo recorrido. Tracy se jubiló en 2016, año de centenario de la fundación de The Boeing Company.
John J. Tracy ha comenzado explicando su relación personal con España y con la Universidad de Zaragoza. “Conozco la Universidad de Zaragoza desde hace décadas. Los materiales compuestos eran mi especialidad y la primera ponencia que presenté en una conferencia internacional fue en Madrid. El profesor Antonio Miravete, de la Universidad de Zaragoza, y varios de sus alumnos también asistieron a la conferencia. Uno de esos estudiantes es ahora un profesor senior aquí y un buen amigo desde hace tres décadas”.
Respecto a la relación entre la universidad y la empresa ha puesto ejemplos concretos. “En Boeing hubo varios casos en los que una universidad importante contrataba a un nuevo profesor y luego le hacía trabajar en Boeing como empleado a tiempo completo durante un año antes de que comenzara a enseñar. Estos tipos de intercambios crearon relaciones estrechas que beneficiaron a la empresa y a la universidad durante años”. Además, ha añadido que el secreto del éxito en la relación entre las universidades y las empresas es establecer acuerdos a largo plazo, financiar investigaciones de interés para la empresa y contratar a alumnos para prácticas y trabajos a tiempo completo.