El acceso de los pacientes a los medicamentos innovadores, un objetivo compartido
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14 octubre, 2021Las consultas de pediatría aragonesas detectan estas semanas una fuerte actividad de enfermedades que la pandemia había tapado.
Bronquitis, resfriados, anginas, laringitis, gastroenteritis… Las consultas de pediatría han recuperado la vieja normalidad, esa que antes de la crisis sanitaria del coronavirus llenaba las agendas y las urgencias en el inicio del curso escolar. Los expertos auguran que, con estos precedentes, la temporada de gripe puede ser especialmente intensa, y más teniendo en cuenta que el año pasado -en plena pandemia- este virus apenas apareció, lo que hace que pueda volver con más fuerza.
Los pediatras están teniendo “el septiembre y el octubre que vivíamos antes de la pandemia”, según apunta Teresa Cenarro, presidenta de la Asociación Aragonesa de Pediatría de Atención Primaria. El inicio de las guarderías y de los colegios ha traído “un gran número de procesos infecciosos”, desde la bronquitis hasta la gastroenteritis, pasando por las anginas, el boca-mano-pie o los rinovirus.
Además, hay más factores que favorecen la expansión de estas enfermedades. El año pasado hubo familias que decidieron dejar a sus hijos en casa, en vez de llevarlos a la guardería. Este año los centros han recuperado casi la normalidad, así que hay más facilidad para que se transmitan los virus. “Además, ahora hay menos facilidades para la conciliación familiar, de modo que los niños van a las guarderías o a los colegios con procesos catarrales, cuando el año pasado se quedaban en casa por si acaso”, comenta esta pediatra.
“Hay que tener en cuenta que los niños se inmunizan contagiándose de procesos anteriores, y el año pasado no los cogieron, por lo que hay el doble de población susceptible: los que les tocaba cogerlo el año pasado y los de este”, dice Cenarro. Luis Miguel García, presidente de la Sociedad Aragonesa de Medicina de Familia y Comunitaria, ve un otoño-invierno “un tanto incierto”, que en parte dependerá “de cómo sigamos usando la mascarilla”. Este mecanismo de protección frente a la covid también hizo de freno el año pasado frente a otras enfermedades. “El peligro es bajar la guardia y volver a la normalidad. Si una persona en un tranvía lleno va sin la mascarilla y empieza a toser, ya sabemos lo que pasa”, ejemplifica.
La gripe el año pasado se saltó su época habitual de infección -apenas hubo un puñado de casos en toda España-, pero en este invierno sí que se le espera, viendo lo que ha sucedido en otras latitudes. Los expertos discrepan en cuál será la agresividad del virus. “No pienso que vayamos a tener una campaña más severa por el hecho de que el año pasado no lo fue", señalaba esta semana a EFE Jorge Carrillo, vocal de la Sociedad Española de Inmunología (SEI).
El epidemiólogo veteriario Nacho de Blas, en cambio, espera que este año “la gripe venga, y que sea fuerte”. Los aragoneses llevan 18 meses sin contacto con este virus estacional, por lo que arrastran una “deuda inmunitaria”. “Suele ocurrir que tras años sin gripe o con una gripe suave, después venga una fuerte”, advierte. Cenarro cree que aún “es una incógnita”. “Esperemos que no sea el doble por el hecho de que no hubiera el año pasado”, añade.
De momento, el Departamento de Sanidad prevé comenzar en breve con la campaña anual de vacunación contra la gripe que habitualmente se dirige a los ciudadanos de más riesgo. En este caso, los mayores de 70 años podrán recibirla junto con la tercera dosis de la vacuna contra la covid. Las dos inyecciones se podrán poner con la misma cita, una en cada brazo.