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19 abril, 2021Investigadores internacionales, entre ellos, el aragonés José Luis Jiménez, vuelven a insistir en que los aerosoles son la principal vía de propagación y los únicos que explican casos como los de supercontagiadores.
¿Cómo es posible que se contagien de covid-19 dos personas que están en habitaciones separadas? ¿Qué explica los episodios de contagios masivos que se han dado en residencias, mataderos y otros edificios? ¿Cómo pueden llegar las partículas de virus hasta los conductos de la ventilación?
Las respuestas a estas preguntas se convierten en evidencias para un grupo de científicos internacionales, entre los que se encuentra el aragonés José Luis Jiménez (Universidad de Colorado), en un artículo que publica la prestigiosa revista científica 'The Lancet' y que vuelve a poner sobre la mesa el debate sobre el contagio por el aire que no reconoce como vía dominante la Organización Mundial de la Salud (OMS).
"Fuerte evidencia"
En el artículo, los investigadores insisten en la importancia de que la OMS reconozca que la transmisión se produce por el aire y no solo por gotículas, como se viene explicando desde el inicio de la pandemia. Los firmantes insisten en que hay una "fuerte evidencia de que el virus SARS-COV-2 se transmite por el aire" y aunque otras vías pueden contribuir, llegan a señalar que "la vía aérea probablemente sea la dominante".
Por ello, piden que se actúe teniéndolo en cuenta "y sin más retraso". El reconocimiento del peso de esta vía, que ahora se considera secundario, podría suponer cambios en las medidas de prevención ya que habría que hacer más hincapié en la ventilación y el uso permanente de mascarilla.
Entre los argumentos de la OMS para negar esta vía como la mayoritaria se encuentran las dificultades para demostrar esta transmisión por el aire. El artículo considera que tiene más peso la "evidencia científica", cada vez mayor, que indica lo contrario. Y detallan 10 supuestos en los que solo cabe explicación si el contagio ha sido mediante las nanopartículas conocidas como aerosoles que emitimos al respirar:
1. Supercontagios. Creen que los casos de contagios masivos como los que se han producido residencias, cruceros, trabajadores de mataderos, cárceles o conciertos sugieren que la transmisión por aerosoles es la dominante.
2. Habitaciones separadas. El aire sería la única vía para explicar la transmisión a distancia con personas que se encontraban en habitaciones contiguas, que se han documentado durante las cuarentenas en los hoteles.
3. Asintomáticos. Un 59% de los contagios se producen por personas que no tienen síntomas. Esta ha sido una de las claves de la transmisión global del virus para los científicos. Hablar produce miles de partículas de aerosoles y muy pocas gotículas, sobre todo, en personas que ni tosen ni estornudan, lo que para ellos sostiene la teoría del contagio por el aire.
4. Interiores. Otra evidencia es que la transmisión es mayor en espacios cerrados que en la calle y se reduce sustancialmente en interiores con ventilación. Si no se contagiara por el aire tendría que ser similar el nivel de propagación.
5. Contagio hospitalario. Se han documentado contagios en hospitales, pese al control del virus y el uso de equipos de protección individual, que achaca a que estos estarían diseñados para proteger contra las gotículas, pero no para la exposición a aerosoles.
6. Investigaciones. Recuerdan que hay experimentos que prueban que el virus puede permanece en el aire y contagiar más de tres horas, pese al fracaso de conseguir muestras de virus viables, en los que se apoya la OMS. Defienden la dificultad de tomar muestras de virus en el aire porque se estropean fácilmente. Ponen como ejemplo que esto no ha sido posible con la tuberculosis, otra enfermedad que se transmite por el aire.
7. Se ha identificado el virus en los filtros del aire y los conductos de la ventilación de hospitales. A esos lugares afirman que solo pueden llegar los aerosoles porque las gotículas se caen al suelo por su mayor peso.
8. Hay estudios con animales encerrados en jaulas diferentes conectadas por los conductos del aire que han mostrado transmisión del virus, lo que puede explicarse solo por aerosoles.
9. En sus últimas conclusiones finalizan señalando que no tienen conocimiento de ningún estudio que haya dado una evidencia consistente para refutar la hipótesis de la transmisión por el aire. Y ante argumentos como que algunas personas no se han contagiado cuando han compartido el aire con un infectado, apuntan a una combinación de factores, desde la cantidad de carga viral a las condiciones ambientales, especialmente la ventilación.
10. La proximidad entre personas ha sido citada como prueba de la transmisión por gotículas. Sin embargo, en muchos casos, esta transmisión cuando se comparte el aire es más probable que sea explicada por respirar aerosoles.