En nuestro caso, las consultas para corregir con cirugía estos defectos refractivos han crecido entre un 15% y un 20%”, especifica Sánchez. “Y es que las personas de más de 35 años que usaban lentillas y estaban contentas con su elección, ahora con las mascarillas ya no están satisfechas. Además, los que usan gafas y para conducir deben llevar la mascarilla pueden ver comprometida su seguridad, por ejemplo”.
Este auge en las consultas para corregir con cirugía estos defectos también lo atestigua la doctora María Ángeles Fernández, oftalmóloga de la clínica Baviera en Zaragoza: “Hemos notado, sobre todo, una mayor preocupación por la salud. Concretamente, por la salud visual. Muchos han decidido invertir el dinero que ya no se gastan en ocio, en salud. Pero no debemos olvidar que también hay muchas personas que en esta crisis sanitaria están sufriendo económicamente, por lo que estos no pueden acudir en estos momentos”.
“Realmente es pronto para saber si hay un incremento de estas cirugías”, anota José Manuel Larrosa, oftalmólogo del Instituto Oftalmológico Quirónsalud Zaragoza - Biotech Vision. “Durante los meses de la pandemia este tipo de operaciones no se llevaron a cabo (como sí lo siguieron haciendo aquellas cirugías que no eran demorables ni electivas), por lo que ahora tenemos, en principio, un aumento derivado de la demora sufrida. Pero sí es cierto que, gracias a la pandemia, hemos vuelto a dar valor a tener una buena salud visual”.
Eso sí, haya crecido o no la demanda de estas operaciones, en lo que en todos los centros coinciden es que es primordial la exploración previa. “Siempre digo que la primera visita es la más importante”, explica Fernández. “Ahí revisamos la salud general y la ocular del paciente y determinamos la cirugía que mejor le conviene. Además tenemos en cuenta su actividad y sus necesidades”. Y es que, como apunta Sánchez, “con esta exploración previa se trata de identificar a los pacientes en los que las cirugías están contraindicadas”.
¿Más o menos operaciones de cataratas?
Por su parte, las operaciones de cataratas también han sufrido esta dualidad. “Estas operaciones en la Seguridad Social han estado suspendidas durante un tiempo, a causa de la pandemia, y muchos han decidido no esperar y acudir a nuestra clínica para mejorar ya su calidad de vida”, explica Fernández.
“Sin embargo, las personas mayores, que suelen ser las que sufren este problema, son también los que más miedo al contagio tienen y algunos, sobre todo los mayores de 70 años que cuentan con problemas respiratorios o cardíacos, han decidido retrasar la cirugía”, señala Sánchez. “A pesar de que estamos tomando todas las medidas para garantizar la seguridad frente a la Covid-19”.