El papel de las enfermeras en el cuidado y atención a los pacientes aumenta y cada vez son más los hospitales que cuentan con unidades asistenciales formadas exclusivamente por este colectivo que desarrolla su trabajo con independencia de los médicos.
Un ejemplo es el Hospital del Henares (Madrid), que desde hace casi un año cuenta con una consulta específica de heridas crónicas y se suma a las existentes en el Hospital Ramón y Cajal, el Clínico y el de Villalba también en Madrid, el Hospital Valme (Sevilla), el Hospital General de Segovia y el Central de Asturias.
Esta consulta está liderada por la enfermera María Jesús Bernarte, que desarrolla su trabajo de manera independiente de los médicos y atiende heridas crónicas, que no evolucionan bien, heridas quirúrgicas, traumáticas, úlceras por presión o pie diabético, entre otras dolencias.
"Al contar con este tipo de unidades se facilita que el paciente no tenga que estar ingresado, lo que supone menor gasto sanitario y, sobre todo, garantizas que es personal experto en este tipo de heridas el que atiende al enfermo", explica Bernarte.
A diferencia de lo que ocurre en este centro, en otros hospitales son las enfermeras de planta las que curan a los pacientes, pero estas no siempre están específicamente formadas para curar heridas complejas.
Sin embargo, también hay inconvenientes. "La rotación de las enfermeras hace que los pacientes no sean siempre asistidos por los mismos profesionales, y esta falta de continuidad en los cuidados puede ocasionar retrasos en la curación o que la úlcera no prospere como debería", señala Bernarte.