La inquietud por las nuevas variantes de la covid-19 se ha disparado en los últimos días. El descubrimiento de nuevas cepas, la multiplicación de las ya detectadas y las dudas sobre la eficacia de las vacunas contra ellas han encendido todas las alarmas en España y en la comunidad internacional, que ven cómo las mutaciones pueden echar al traste los esfuerzos para controlar el virus. Este jueves, la Organización Mundial de la Salud (OMS) mostró su "preocupación" por la propagación comunitaria de las variantes del coronavirus. "Debemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para reducir la transmisión y retrasar las mutaciones que pueden influir en la eficacia de la vacuna", afirmó el director regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para Europa, Hans Kluge. El director de Emergencias, Fernando Simón, aseguró que las variantes plantean "mayores riesgos de transmisión" y alertó de que, si se relajan las restricciones, "podría haber incrementos más rápidos en los contagios".
Todas las variantes se están extendiendo a gran velocidad, pero en este momento, el mayor temor llega por la cepa británica, también llamada 'Kent', porque fue detectada por primera vez en este condado del sur de Inglaterra, y conocida entre los científicos como 20I/501Y.V1 o B.1.1.7. Aunque al principio se consideraba que no era más mortal, los últimos estudios muestran que su letalidad puede ser mayor que la de las anteriores. De lo que no hay dudas entre los investigadores es de su enorme contagiosidad, entre el 30 y el 70% mayor que las variantes previas. La cepa británica ya supone el 89,5% de los casos de covid-19 en el Reino Unido y en España se han detectado 550 casos, aunque el reducido número de secuenciaciones genéticas que se realizan en el país hace que esta cifra esté claramente minusvalorada. En realidad, puede suponer ya entre el 10 y el 15% de los casos totales y el director de Emergencias, Fernando Simón, tras asegurar hace justo un mes que su impacto en España sería "marginal", diez días después rectificó y afirmó que se convertiría en la cepa dominante.
Pero las malas noticias no acaban ahí. La directora del programa de secuenciación de Reino Unido, Sharon Peacock, dijo este jueves que la variante británica «va a arrasar en todo el mundo». Y no sólo eso. Peacock advirtió de que ya se están produciendo mutaciones dentro de esta variante (21 casos ya detectados de una subvariante llamada 'Bristol') que podrían provocar que las vacunas, que hasta ahora sí parecen efectivas contra la B.1.1.7., dejen de serlo.
Igual que la británica, la variante sudafricana (perteneciente el linaje B.1.351) incluye una mutación conocida como N501Y (por lo que también se la denomina 501Y.V2) que la hace más contagiosa. En España se han detectado dos casos y según el Ministerio de Sanidad, no hay evidencias de que sea más virulenta. La tercera variante, la brasileña, presenta doce mutaciones en la proteína de la espícula, entre ellas la mutación N501Y (como la variante británica y la sudafricana) y la mutación E484K (como la variante sudafricana). Está presente en la región amazónica de Manaos desde mediados de diciembre de 2020 y en España se ha detectado un caso.
Las variantes están cambiando, hacia perspectivas más pesimistas, los planes de los gobiernos contra la covid-19: más contagiosas, con la posibilidad de que también sean más mortales, con capacidad para mutar sobre sí mismas... y con enormes dudas sobre si las vacunas serán efectivas contra ellas. Los resultados preliminares de las farmacéuticas muestran que la eficacia de los antídotos, que tan bien funcionaban contra la variante anterior, desciende frente a las nuevas cepas, en algunos casos, muy significativamente. De las vacunas aprobadas hasta ahora por la Agencia Europea del Medicamento, Pfizer sería eficaz contra la cepa británica, pero perdería eficacia contra la brasileña y la sudafricana, a la espera de ensayos más concluyentes. Moderna, por su parte, sería efectiva contra la británica, menos efectiva contra la brasileña y no se ha probado con la de Sudáfrica. Finalmente, Astra Zeneca sería eficaz contra la británica, pero no contra la sudafricana, donde sólo lograría el 10% de efectividad, y no hay datos sobre la brasileña. Las compañías ya han anunciado que han comenzado a trabajar en aumentar la capacidad de sus vacunas frente a las variantes.