Tan solo 23 años y ya investiga una cura para el cáncer en una Universidad de Estados Unidos.
Así es. Mi proyecto de tesis se basa en estudiar tratamientos para tumores cerebrales, en particular, glioblastoma, a través de inmunoterapia y células madre.
¡Qué complicado suena!
Sí, bueno. En ciencia siempre tratamos de resolver problemas difíciles, pero cuando das con algo interesante es muy gratificante. En mi caso, voy a usar una técnica cuyas inventoras ganaron el Premio Nobel de Química en 2020 para modificar genéticamente células madre. De ese modo, al combinarlas con inmunoterapia, esperamos que el tratamiento contra los tumores cerebrales sea más efectivo.
¿De dónde viene esa pasión por la ciencia?
Es lo que quiero hacer desde que soy pequeña y la verdad es que me encanta.
¿Y eso?
En mi familia han fallecido varios miembros por esta enfermedad. Además, es una de las patologías que más afecta globalmente y no hay tratamientos eficaces para poder erradicarla. Siempre he querido investigar sobre el cáncer para contribuir a la sociedad y en Florida me dieron la oportunidad.
¿Desde cuando vive en Estados Unidos?
Este es mi sexto año. Llegué a la Universidad Florida Gulf Coast Universidad con una beca deportiva cuando aún no había ni cumplido los 18 años. Estudié Biotecnología y al mismo tiempo jugaba a tenis. Cuando terminé la carrera, hice varias entrevistas en diferentes universidades para poder incorporarme a algún proyecto relacionado con el cáncer.
Y, después de tanto tiempo, ¿no echa de menos vivir en España?
Por un lado sí. Echo de menos a mi familia y amigos porque solo los veo una vez o como mucho dos al año. Sin embargo, sé que lo que estoy haciendo aquí no lo podría hacer en mi país natal. España necesita que se apueste por la ciencia. Además, las condiciones de los trabajadores podrían mejorar bastante.
Es decir, que no pretende volver.
En otros sitios estamos más valorados y tenemos más oportunidades. Para volver a España, tienen que cambiar mucho las cosas en mi campo. Sí que me planteo ir a otros países europeos en unos años a seguir investigando para estar más cerca de mi familia.
Conseguir nuevos hallazgos sobre el cáncer es un reto increíble, pero, ¿y qué me dice de investigar sobre la covid?
Cuando comenzó la pandemia hubo muchos laboratorios, incluso el mío que empezaron con proyectos sobre covid. Quería empezar mi propio estudio, pero no tenía permiso para hacer experimentos. Me hubiese encantado poder hacer algo para contribuir con la sociedad.
¿Cómo vive Estados Unidos la pandemia?
No tiene nada que ver con España. Hay muchos contagios y fallecidos diariamente. Las restricciones son mínimas. De hecho, esta semana han puesto como obligatorio el uso de mascarilla en el transporte público. Antes ni eso. En el resto de lugares sigue sin serlo.
¿Los ciudadanos no llevan mascarilla?
Hay gente que sí, pero hay muchos que no. Cuando voy al supermercado me pongo muy nerviosa porque entran familias con hijos y ningún miembro la lleva puesta. Es increíble.
Eso sí, es uno de los países que va a la cabeza en el proceso de vacunación.
Comparado con cómo están llevando otras cosas de la pandemia... Creo que es uno de los aspectos que están haciendo mejor que España.
¿Sabe cuándo le toca a usted?
Yo ya me he puesto una de las dosis de Pfizer. La semana que viene me pondré la segunda. Todos los que pertenecemos al Colegio de Médicos de la Universidad tenemos la posibilidad de ponérnosla. En cuanto pude, no dudé. Es el principio del fin.