Aunque la supervivencia en la leucemia linfoblástica aguda infantil ha aumentado mucho en los últimos años, todavía un 20% de casos no logra curarse, principalmente porque las células tumorales evitan la quimioterapia ocultándose en el sistema nervioso. Ahora, un estudio la Universidad Complutense ha descubierto qué lugar es ese.
En la investigación, publicada en 'The Journal of Pathology', han participado también el hospital Niño Jesús de Madrid y la Universidad Autónoma de Chihuahua (México). Los investigadores han descubierto que el estroma del plexo coroideo, situado en el Sistema Nervioso Central (SNC), actúa como escondite de las células tumorales, permitiéndoles librarse de la quimioterapia y pudiendo causar posteriores recaídas en la leucemia linfoblástica aguda infantil.
El plexo coroideo es una estructura localizada en los ventrículos cerebrales y es responsable de la producción del líquido cefalorraquídeo. Las células leucémicas, aunque se localizan fundamentalmente en la médula ósea, son capaces de diseminarse hacia otras zonas del organismo teniendo una apetencia especial por infiltrar el SNC, explica la UCM en un comunicado.
"El hecho de que siguieran ocurriendo recaídas en el SNC a pesar del tratamiento profiláctico hacía sospechar que algunas células podrían quedar escondidas en pequeños grupos, prácticamente indetectables en otras zonas pudiendo ser responsables de recaídas al cabo de un tiempo", explica Ángeles Vicente, investigadora de la Facultad de Medicina de la UCM.
Para hacer el estudio, los investigadores infundieron a ratones inmunodeficientes células leucémicas de pacientes, analizando mediante técnicas de inmunofluorescencia y microscopía electrónica la localización cerebral de las células tumorales metastásicas en el SNC e identificando la localización en el plexo coroideo.
Esta técnica in vivo se combinó con ensayos in vitro para estudiar las interacciones celulares que se establecen entre las células leucémicas y las células del estroma del plexo coroideo y sus efectos en quimiorresistencia.
En torno al 15-20% de los pacientes pediátricos con leucemia linfoblástica aguda no logran curarse, siendo las recaídas en el SNC la principal causa de morbi-mortalidad por enfermedad en la población infantil. "Trabajos como este pueden ser esenciales para diseñar, en un futuro, estrategias terapéuticas más eficaces dirigidas a impedir el asentamiento de las células tumorales en distintos nichos del SNC o eliminar las células que ya se han establecido en estos lugares", sostiene Lidia Martínez, primera autora del trabajo.
"Esto supondría un gran avance en el tratamiento de la enfermedad, reduciéndose estas recaídas e incrementándose, todavía más, las probabilidades de curación", pronostica la investigadora de la UCM. Aunque el estudio está enfocado a la leucemia linfoblástica aguda infantil, los investigadores ven factible que los santuarios utilizados por las células leucémicas en niños pudieran ser compartidos por los adultos, donde las recaídas en el SNC suponen un 5%.