El investigador del IIS Aragón habla en esta entrevista sobre su labor dirigiendo el Grupo de Apoptosis, Inmunidad y Cáncer (GIIS090) y cuáles son sus investigaciones
Luis Alberto Anel Bernal, doctor en Ciencias Químicas, quiso dedicarse a la investigación desde niño.
“Me entusiasmaban libros en los que aparecían fotografías de células”
Durante su etapa de educación secundaria tuvo buenos profesores de ciencias naturales, que le motivaron para seguir esta carrera de fondo en el área de la investigación.
Siendo totalmente vocacional, Luis Alberto Anel lleva investigando desde 1986. 38 años de su vida dedicados a la investigación química, de los cuales 17 ha sido miembro del IIS Aragón.
“Me considero uno de los investigadores que empujamos inicialmente para que existiera, ante la falta de institutos de investigación en esta área en Aragón”
¿Qué líneas de investigación se trabajan en su grupo?
En mi grupo investigamos la inmunoterapia del cáncer con células NK y con inmunotoxinas de la granulisina. También nos enfocamos en la quimioterapia inmunogénica en el tratamiento del mieloma múltiple. Y estudiamos la mitocondria y drogas metabólicas en el tratamiento del cáncer.
¿Cuál es el principal desafío al que se enfrenta actualmente su grupo de investigación?
Es siempre el mismo desafío, conseguir financiación suficiente para poder desarrollar los proyectos y sobre todo personal contratado que pueda llevarlos a cabo.
¿Algún proyecto en marcha que quiera destacar?
Las inmunotoxinas basadas en la granulisina es un tecnología desarrollada y patentada por nuestro grupo, cuya patente ha sido adquirida por una empresa biotecnológica española. Una de estas inmunotoxinas, dirigida contra el antígeno carcionembrionario (CEA), ha superado ya todas las etapas de experimentación preclínica y se está iniciando el proceso de escalado industrial de su producción con el objeto de llegar a la aprobación de ensayos clínicos por parte de la AEMPS.
¿Qué perfiles forman tu equipo de investigación?
Nuestro grupo está liderado por licenciados en Química Orgánica que después nos especializamos en Bioquímica y Biología Celular, como Isabel Marzo y Javier Naval, o en Inmunología, como yo mismo.
El personal en formación suele provenir del grado en Biotecnología de nuestra Universidad, aunque también hemos tenido y tenemos biólogos o médicos de otras universidades españolas o de otros países (Estados Unidos, Cuba, Bolivia, Ecuador, Yemen).
Especialmente importante es la inclusión en el grupo y la colaboración desde hace tiempo con los departamentos de Hematología y de Inmunología de los hospitales de Zaragoza. Gracias a estas colaboraciones podemos contar con muestras de pacientes de diversas leucemias o de mieloma múltiple, lo cual da mucha mayor validez a nuestros resultados experimentales.
¿Por qué las empresas tendrían que apostar por la investigación, y en concreto, por vuestro grupo?
Esto ya está ocurriendo en los últimos tiempos, yo diría que desde la pandemia. Es posible que las empresas biotecnológicas, o más bien los inversores que las sostienen, hayan visto que este campo no solamente tiene interés social y sanitario, sino que también puede generar grandes beneficios económicos.
¿Consejos para alguien que esté empezando en el ámbito de la investigación sanitaria?
Sobre todo, mucha pasión por la investigación, y también mucho tesón y paciencia, la carrera investigadora, y más en este campo, es una carrera de fondo para la que no vale todo el mundo.