¿Cuánto tiempo hace que dio un masaje?
¿Cómo llega a la docencia?
Acababa de dejar un trabajo en el que no me encontraba a gusto y coincidió que a mitad de curso una de las profesoras que daba prácticas de Fisioterapia dejó su puesto y casualmente me propusieron empezar a dar yo esa parte práctica. Fue una contratación de urgencia. Me enganchó, me gustó muchísimo.
Mi fisio dice que hay dolores emocionales.
El componente emocional tiene mucho que ver. Primero por la tensión, la sobrecarga a la que se somete el cuerpo cuando tenemos una vivencia dura. Y por otro lado, el dolor es una sensación afectiva. Nuestro estado emocional modifica la forma que tenemos de percibir y sentir el dolor. Hay una relación muy directa entre las emociones, los afectos y la sensación de dolor. En los Juegos de Barcelona, vimos cómo el deportista que ganó la medalla de oro de taekwondo tenía una rotura de fibras brutal, pero como venía con su medalla estaba feliz y no sentía dolor. Sin embargo, en una situación de fracaso o de desánimo el dolor se percibe de forma mucho más intensa. Para tratar el dolor tenemos que comprender estos mecanismos y si no podemos evitar la causa, sí podemos modificar cómo afrontarlo.
¿Somos ahora mismo una sociedad contracturada?
Toda tensión se refleja en nuestros tejidos y estructuras. Y una situación de estrés genera que nuestros tejidos se empiecen a retraer, a acortar y, por tanto, a generar tensiones. Eso hace que funcionen peor. En una situación de estrés aparecen las disfunciones.
Los fisioterapeutas son siempre amigos de remedios naturales, ¿por qué?
La fisioterapia es la terapia por la naturaleza. Aunque entendemos que en determinadas situaciones es necesario algún fármaco que pueda colaborar, intentamos que la terapia sea natural y física. Muchos fisios utilizan complementos nutricionales y terapia manual.
¿Esto les ha provocado algún desencuentro con la Medicina?
Algunas especialidades médicas podrían tener una visión más adecuada de lo que la fisioterapia puede aportar. Ahora, con el tema covid, vemos que los pacientes tratados con fisioterapia se recuperan mucho mejor. Hay fisioterapeutas en las ucis y en las unidades de críticos, porque se ve que es una figura fundamental para mejorar la calidad de vida.
¿Qué retos tiene como decana?
Esta pandemia ha puesto de manifiesto lo indispensables que son nuestros profesionales de Ciencias de la Salud: enfermeros, terapeutas y fisioterapeutas están cuidando de la salud de la sociedad. Quiero que este centro sea un referente en la Universidad de Zaragoza, pero también a nivel nacional e internacional
¿Y cómo lo va hacer?
Tenemos que apostar por la calidad de la formación y la calidad humana de los profesionales que formamos. Hay que dar a conocer la actividad del centro, y queremos diseñar un máster que pueda ser referencia para nuestros titulados de las tres especialidades. Por otro lado, hemos de potenciar la estabilidad y la promoción del profesorado y del personal de administración y servicios.
¿Qué le asusta?
A corto plazo, el curso que viene. Llevamos mucho tiempo en esta situación de semipresencialidad y nuestras titulaciones necesitan obligatoriamente la presencialidad. No se puede aprender a ser fisio, enfermero o terapeuta ‘on line’. También me asusta la sobrecarga del sistema público sanitario que es donde nuestros estudiantes hacen prácticas. Necesitamos que el sistema se descongestione para que no suponga una carga excesiva que nuestros estudiantes hagan prácticas en estos centros.