“Ya hay más de 80 proyectos de desarrollo de vacunas frente al coronavirus, y por el conocimiento acumulado y la capacidad de fabricación a gran escala de varias de nuestras compañías farmacéuticas hay muchas probabilidades de que alguna o varias de ellas tengan éxito. Además, la industria farmacéutica se ha comprometido a que no habrá ánimo de lucro y la vacuna llegará a todo el mundo a un coste asequible. La confianza volverá y el miedo desaparecerá de nuestras vidas cuando tengamos esa vacuna eficaz y segura para poder administrar a cientos de millones de personas”. Con estas palabras, el presidente de Farmaindustria, Martín Sellés, ha querido transmitir hoy un mensaje de esperanza sobre la crisis sanitaria desatada por el coronavirus durante una videoconferencia de prensa mantenida con una treintena de medios de comunicación de nuestro país y en la que también participó el director general de Farmaindustria, Humberto Arnés.
Sellés ha asegurado que el esfuerzo que están realizando las compañías farmacéuticas en la investigación de posibles tratamientos y vacunas frente a este virus es el mayor que se recuerda en el sector. “Nunca antes –ha afirmado- se ha visto un esfuerzo mayor en el ámbito de la investigación clínica. Creo que en los próximos meses vamos a tener noticias positivas con alguna de las vacunas en investigación”, de forma que pueda estar disponible a comienzos del año próximo, ha avanzado Sellés.
De todas formas, el reto para las compañías farmacéuticas está siendo doble. Por un lado, desarrollar una vacuna eficaz y, por otro, tener capacidad de producción a gran escala para producir miles de millones de dosis lo antes posible. “Hay una serie de compañías que tienen ambas capacidades porque llevan decenas de años trabajando en vacunas sobre enfermedades infecciosas, como la meningitis, la neumonía, el zika o el ébola”. Ahora, esas mismas compañías han anunciado su disposición incluso a fabricar miles de dosis de potenciales vacunas antes de su aprobación, es decir, con riesgo de tener que desecharlas. “Si vamos por el camino tradicional de producir una vez que tenemos resultados solidos no llegaríamos al paciente hasta varios meses después. Por eso, distintas compañías han anunciado el comienzo de la fabricación de miles de dosis de vacunas a riesgo de no ser eficaces, pero es la única forma de poder llegar a tener una vacuna disponible para todo el mundo en el primer trimestre de 2021”, ha afirmado. Hay que recordar que el desarrollo de una vacuna normalmente necesita un mínimo de entre 7 y 8 años, y el reto esta vez es hacer todo ese proceso en solo unos meses.