Ha obtenido el premio Enrique Fuentes Quintana a la mejor tesis doctoral nacional en la categoría de Ciencias de la Salud, eso es mucho más que cum laude.
Significa que, en ese ámbito –al que concurrieron más de 160 personas–, es la mejor tesis presentada por españoles en cualquier universidad del mundo o por personas extranjeras en una universidad española. Por eso un reconocimiento así tiene un nivel internacional. Además, mi tesis es muy de ciencia básica, lo más crudo de la ciencia, por lo que el premio ha sido también un respaldo a la ciencia fundamental.
"La ciencia en general y la ciencia básica en particular tiene que reconocerse todos los días"
Riesgo de depresión, ansiedad… Dicen que preparar la tesis no es muy bueno para la salud.
Se sufre mucho. Este premio es un orgullo enorme, pero me gustaría que la gente fuese consciente de que todos los investigadores jóvenes que hacen la tesis sufren todos los días y que la ciencia en general y la ciencia básica en particular tiene que reconocerse todos los días.
En su caso, ¿cuántos años hay detrás de una tesis de premio?
Han sido cuatro años de no saber cuándo era fin de semana, de trabajar 13 horas al día, de una implicación absoluta, vocacional, que muchas veces implica tolerar la frustración, trabajar aunque no salgan las cosas, tener mil planes B... Se sufre un montón.
¿Merece la pena?
Sí. Pero se sufre mucho y la mayoría de las veces no tienes la suerte de recibir el premio que he recibido yo y no por ello tu trabajo es menos importante. Está genial recibir miles de felicitaciones, pero, sobre todo, hace falta visibilización de lo que se hace todos los días. Porque es duro, sí.
Y también hacen falta apoyos.
Yo realicé mi tesis financiada por una beca de iniciación a la investigación del Gobierno de Aragón. Sin estas becas sería imposible que la gente joven hiciera la tesis doctoral, porque es un trabajo muy a tiempo completo. Normalmente tienes ya más de 25 años y quieres empezar a trabajar.
Usted se centró en azúcares y proteínas.
Proteínas que añaden azúcares, que son como etiquetas y sirven para que las células se comuniquen entre sí y sepan cómo están las vecinas, en qué punto de su crecimiento se encuentran. Cuando no se añaden bien esos azúcares, hay señales que informan mal y se relacionan con procesos de crecimiento descontrolado como la metástasis en los cánceres. Hemos logrado ‘fotografiar’ la reacción, cómo se añade ese primer azúcar, y hemos propuesto el primer paso para el desarrollo de inhibidores, las moléculas a partir de las cuales se hacen fármacos.
"En España hay ahora ayudas específicas para investigar en covid, que están muy bien, pero llegan tarde. Si hubiera financiación para la ciencia básica siempre, estaríamos mejor preparados"
Tras un largo camino, claro.
Hay que entender que de mi tesis no obtengo un fármaco, pero sin tesis como la mía no se pueden desarrollar fármacos. Sin comprender en profundidad, irías a ciegas. Hay mucha investigación básica detrás de los fármacos que salen a la venta. Lo estamos viendo con la vacuna contra covid, que saldrá de un laboratorio; son los bioquímicos, químicos y farmacéuticos los que trabajan día y noche en esto. En España hay ahora ayudas específicas para investigar en covid, que están muy bien, pero llegan tarde. Si hubiera financiación para la ciencia básica siempre, estaríamos mejor preparados.