A la vez que quienes investigan en vacunas específicas, hechas a medida contra la covid, afinan la puntería, no dejan de explorarse otras estrategias. Mientras duran los imprescindibles ensayos de vacunas tan nuevas, ¿tenemos ya algún otro escudo para protegernos, aunque no sea perfecto?
Hay vacunas cuyos efectos protectores van más allá de la enfermedad para la que fueron creadas. Es el caso de la centenaria vacuna contra la tuberculosis, BCG, y también de la nueva MTBVAC desarrollada en la Universidad de Zaragoza, que aspira a reemplazarla. Ahora la clave está en ver si generan, de forma colateral, alguna inmunidad frente al coronavirus.
Cargado de prudencia, Carlos Martín, quien lidera el desarrollo de la nueva vacuna en Unizar, explica que, por ahora, se sabe que, además de proteger de la tuberculosis, la vieja BCG estimula tanto el sistema inmunitario que "tiene efecto protector ante infecciones del tracto respiratorio". Así se ha visto "en estudios en mayores de 65 años en Indonesia y Japón y, esta semana, se han publicado en la revista ‘Cell’ iguales resultados en Holanda". Ahora mismo, "hay más de 14 ensayos clínicos en marcha para probar su eficacia protectora contra la enfermedad causada por el SARS-Cov-2".
MTBVAC, la nueva vacuna aragonesa en la recta final de su desarrollo, supera o iguala a la clásica BCG en muchas cosas, lleva 20 años demostrándolo. En colaboración con un centro holandés que realiza el ensayo en macacos, el equipo de Martín ultima también un estudio para saber "si confiere una inmunidad entrenada por un mecanismo similar a BCG y si protege de la covid-19". De ser así, "mientras no tengamos vacunas específicas, BCG y MTBVAC podrían contribuir a prevenir la covid y disminuir los síntomas". Con una gran ventaja: ambas son seguras y están en producción, por lo que se podría vacunar ya a ciertos grupos de población.
Sobre las vacunas específicas en desarrollo en España, Martín cree que "tenemos equipos punteros, como el de Luis Enjuanes, en el Centro Nacional de Biotecnología del CSIC. En el año 2015 publicó datos preclínicos de una vacuna viva atenuada que protegía muy bien en ratón, pero no pasó al ensayo en humanos, ¿por falta de financiación? Hoy trabaja en una vacuna viva atenuada contra SARS-CoV-2 totalmente diferente a todas del listado de vacunas de la OMS".
No somos Oxford porque, mientras "en el Instituto Jenner trabajan más de 100 personas desde 2005 en vacunas contra enfermedades infecciosas con vectores virales, a nosotros nos falta profesionalizar la investigación e invertir de forma sostenida en investigación básica y aplicada a la biomedicina biomédica".