En septiembre suele tocar revisar la vistapara la vuelta al colegio y a la actividad laboral. Este año, por las consultas de los oftalmólogos hay más miopías, sequedad de ojos y fatiga visual debido a las secuelas del confinamiento por la pandemia de covid-19. La extensión del teletrabajo y las clases por internet han tenido a buena parte de la población pegada a una pantalla durante unos meses, también para el ocio.
"Se ha visto un aumento de las miopías en la gente joven y del cansacio visual por causas digitales por empleo de ordenadores, Ipads... En unos casos por el ocio y en otros por el ocio y el teletrabajo", explica Juan Carlos Giménez, presidente de la Sociedad Aragonesa de Oftalmología. "Cuando salían de trabajar, muchos se metían en el ordenador a jugar con la videoconsola. No salían de casa", recuerda sobre los tres meses de confinamiento. Eso impedía que descansara la vista. "La visión no se relaja si no miras al infinito. Hemos estado mirando a 40 centímetros y como mucho a tres metros", recuerda.
Fatiga visual digital
"Casi todas las llamadas que hemos tenido en los meses de marzo y abril han sido por fatiga, sequedad, ardores... Hemos hecho un abuso del uso de los ojos, casi tres veces más de lo normal", afirma.
"Hemos hecho un abuso del uso de los ojos, casi tres veces más de lo normal"
A los problemas más frecuentes se han unido sequedades oculares "porque se parpadea mucho menos cuando se está delante de un ordenador o la televisión". En estos casos "disminuye la creación de lágrima y el ojo se reseca", explica. Como resultado, buena parte de los problemas de la vista han venido por "fatiga visual digital".
"Después del confinamiento hemos visto que, sobre todo, niños a los que les estaba subiendo la miopía o que estaban justos, después de estos días les ha subido", apunta Carlos Serrano, presidente del Colegio de Ópticos-Optometristas de Aragón. A ello habría ayudado "estar encerrados en casa, con ordenadores, tablets, teléfonos...".
Aunque reconoce que todavía no hay estudios que lo corroboren, los profesionales han visto a "personas adultas que estaban en edad de presbicia y que todavía no lo notaban, que al estar encerrados tantas horas con ordenador han dado ese salto, han avanzado un poco más". Junto a ellos, personas que no necesitaban gafas de lejos y estaban empezando con la presbicia, lo han notado. "Estar más cerca de una pantalla más tiempo ha acelerado el proceso", indica Serrano.