Pilar León tiene en el botiquín de su casa, además de un termómetro, un dispositivo que le permite hacer electrocardiogramas (ECG) a su hija Julia, de 4 años, que sufre una cardiopatía de nacimiento. Un pequeño aparato que le da tranquilidad cuando necesita hacer un seguimiento preciso de su evolución. "Ella toma medicación, pero como es muy difícil de controlar si está en taquicardia, si tiene el corazón más rápido o no, los médicos me hablaron de este aparato", cuenta esta zaragozana, miembro de la asociación Pequeños Corazones de Aragón. Este sábado la organización será la beneficiaria de una iniciativa solidaria en Artosilla (Huesca), cuya recaudación irá destinada a comprar estos aparatos para que puedan prestarse a las familias que lo necesiten, que suele ser en periodos concretos.
"Entre que decidieron si ponerle un marcapasos o no, tenía que bajar a mi hijo tres veces al día al centro de salud", recuerda Marina Palau, también desde la citada asociación. Entonces no existían o no conocía estos dispositivos. Las familias que no los tienen deben seguir bajando a los consultorios para hacer el control. "Tenemos peques que están a media hora o tres cuartos del centro de salud más cercano", apunta, además de que en esos casos el tiempo es fundamental.
Ahora quieren que estén al alcance de cualquier familia. "Es algo que lo necesitas por un tiempo, durante unos días para hacer un seguimiento o después de una crisis", explica. El objetivo es recaudar dinero suficiente para adquirir unos 10 aparatos, que como cuestan alrededor de 150 euros cada uno, supondría 1.500 euros en donaciones por apadrinar los árboles de la pequeña localidad oscense. "Si son más, mejor, claro", desea. Quieren dejarlos en las consultas de cardiología para que se presten a las familias.
El ECG móvil "se puede comprar por internet, es muy plano, se pone sobre el pecho, te bajas una app con datos como el nombre, la edad y el peso y te hace la gráfica de un electro", enumera Pilar, sobre el funcionamiento del pequeño dispositivo que adquirió en 2017 tras hablarle de él los médicos de su hija. Junto a la imagen de la gráfica se indica si el electro es normal o no. "En adultos te tienen que poner los dos dedos índices", indica sobre una de las diferencias de uso según la edad. Puede hacerlo de esta forma también si los niños son ya más mayores. En su caso, lo tiene desde 2017.
Ahora, los manzanos del pueblo recuperado oscense pueden ayudar a las familias de Pequeños Corazones. Este sábado, 18 de junio, se puede apoyar a los pequeños y colaborar con el medio ambiente en una jornada con comida y sorteos de productos locales que se celebra en el citado municipio de La Guarguera en el llamado 'Día del Pirimanzano'. La cita solidaria convoca a una comida "de alforja" y 'piribar' solidario.
"Antiguamente se hacía sidra en el Pirineo y se ha perdido"
La historia de los manzanos se remonta a cuando en esas tierras crecía esta variedad. Algunos de los habitantes que repoblaron Artosilla pensaron en recuperar el cultivo de este árbol. "Antiguamente se hacía sidra en el Pirineo y se ha perdido", comenta María Jesús Sánchez, que con su pareja Chulio Romero fueron haciendo una labor de recuperación desde 2015. "Fue un trabajo muy laborioso", reconoce, para preparar la tierra. En 2020 sufrieron vandalismo en la plantación y fueron arrancados varios. Decidieron plantear la fórmula de apadrinarlos como protección.
"Dijeron que teníamos que ponerles un precio, pero como no lo hicimos por tema económico, aunque no nos sobran los dineros, gracias a Dios, trabajamos los dos y tampoco nos faltan, pensamos en que el dinero fuera para estos niños", cuenta.
Entre los árboles que ya están apadrinados cuenta cómo empezó apadrinando ella uno con el nombre de un amigo suyo que murió a los 18 años en un accidente de tráfico. Otro tiene el del perro de una joven al que le gustaban mucho las manzanas. Y hay también otro que puso uno de los descendientes del pueblo antes de estar abandonado, en memoria de su abuelo.
"Los comerciantes de Sabiñánigo nos han donado productos para subastar, además de dinero", explica Marina, que es compañera de María Jesús. "La donación es voluntaria y se hará presencial", cuenta. Se pueden hacer reservas en pirimanzanos@gmail.com.