A Pilar Martín Duque, investigadora senior del Gobierno de Aragón, investigar en el extranjero le ha servido -dice- para quitarse los complejos. "Cuando te vas fuera lo que haces es abrir la mente y te das cuenta de que ni ellos son tan buenos como te venden, ni tú eres tan malo como te crees. Con dinero y medios se solucionaría el problema. No tenemos por qué tener complejo de inferioridad porque somos muy buenos, pero nos faltan los recursos para poder demostrarlo", asegura esta investigadora madrileña que pudo incorporarse a Aragón, gracias a una de las primeras convocatorias de Araid, la apuesta del Gobierno de Aragón por la ciencia y la incorporación de talento a la Comunidad.
Pilar es madrileña y lleva más de 20 años trabajando en la lucha contra el cáncer. Ha estado tres veces en Estados Unidos (en Houston, Nueva York y Carolina del Norte); también en Inglaterra y en Francia. Gracias a un programa del Gobierno de Aragón pudo incorporarse al sistema de ciencia aragonesa. Cuenta que fue de las primeras en beneficiarse de este proyecto, que ya lleva 11 convocatorias en marcha. "Hemos llegado mucha gente de fuera, y también aragoneses que investigaban en el extranjero han vuelto a casa. Yo lo hice con una de las primeras convocatorias de Araid y estoy muy contenta", presume orgullosa.
Hace dos años le concedieron una prestigiosa ayuda estatal (Ideas Semilla), que le ha permitido poner en marcha un ambicioso proyecto de investigación oncológica. "Hacen mucha falta estas ayudas. Hay comunidades que tuvieron estos programas antes que Aragón, como fueron Cataluña y el País Vasco. Lo que echo en falta es que las convocatorias muchas veces no te acompañan. Necesitamos más, para que la gente que retorne y se forme en condiciones muy buenas puedan demostrar todo el talento que tienen al volver", defiende esta investigadora, que colabora también activamente con la Asociación Española contra el Cáncer (AECC). A su juicio, la labor que realiza la Fundación científica de esta entidad es encomiable, aunque hace falta concienciar a la sociedad de la importancia que tiene donar a la investigación para hacer ciencia en España. "Durante toda mi vida me he presentado a las convocatorias de la AECC, a todos los niveles. Cuando salió esta ayuda semilla me presenté y a partir de ahí la asociación me empezó a ayudar en diferentes cosas. Conocí a AECC Aragón y su proyecto 'Voluntarios por la Ciencia'. Empecé hace un año y creo que es algo tremendamente necesario: acercar a la gente tanto la necesidad de hacer ciencia para curar el cáncer como que sepan adónde va el dinero que ellos ponen en la hucha cuando hay cuestaciones o hay carreras", añade.