El presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), el doctor Álvaro Rodríguez Lescure, ha alertado de que, ante la actual pandemia de coronavirus y el estado de alarma, "posiblemente, el parón de la maquinaria de los hospitales se está traduciendo en una disminución de un 30% o hasta un 35% de entrada de nuevos casos en los servicios de oncología".
"En algunos servicios de Oncología Médica ha habido momentos con hasta el 100% de la plantilla fuera, ya sea por contagio, aislamiento, o porque hay profesionales que se han incorporado a los equipos covid-19, especialmente los residentes. Así que algunos servicios de oncología médica han sido literalmente desmontados", ha explicado. A la vez, programas básicos como el consejo genético o el cribado, además de la investigación, han estado, y siguen "paralizados".
Sin embargo, y pese a que aún es difícil evaluar las consecuencias sobre los pacientes con cáncer, la crisis también deja aspectos positivos, como la implantación de la telemedicina y el abandono del "hospitalocentrismo", ante la necesidad de que los pacientes acudieran a los centros sanitarios lo menos posible para evitar el contagio, ha explicado en el evento digital 'Oncólogos frente al Covid-19', organizado por Pierre Fabre.
Consultas telemáticas
Lescure se ha mostrado convencido de la necesidad de "aprovechar la crisis como una oportunidad". Así, ha observado que se han producido avances en la atención que, si bien deberían haberse implementado hace tiempo, ahora "han llegado para quedarse". Es el caso de las consultas telemáticas, la optimización de los procesos de citación o la habilitación de servicios de telefarmacia para llevar a los pacientes la medicación de dispensación hospitalaria. En definitiva, "el hospitalocentrismo" disminuye, y la telemedicina dará "una mejor calidad de vida a los pacientes".
En el encuentro también ha estado presente la doctora Begoña Odriozola, especialista en psicología clínica, experta en psico trauma y autocuidado profesional, quien ha analizado la herencia que dejará la pandemia a nivel psicológico, tanto para las personas implicadas en la atención médica durante la crisis, como en la atención.
Odriozola ha alertado, además, del peligro de desarrollar el síndrome Fatiga por Compasión que, en caso de no resolverse, podría derivar en el desarrollo del síndrome de agotamiento profesional o "burnout" o en "traumatización secundaria", que ocurre cuando el sanitario se contagia del dolor emocional o del trauma de los pacientes debido a un exceso de empatía.
Problemas emocionales de los sanitarios
Asimismo, ha señalado como factores de protección el trabajo en equipo, la actuación siguiendo protocolos estandarizados y, sin duda, el hecho de tener un papel activo en la gestión de la crisis. A este respecto, ha explicado que "han estado peor a nivel psicológico los profesionales que estaban en casa en cuarentena y no en la 'trinchera'; el sentimiento de impotencia por no poder ayudar les ha resultado muy duro" y ha recordado que "el personal sanitario acostumbra a ser muy autoexigente y autocrítico".
Sin embargo, ha señalado que "parte de la prevención tiene que ver con la institución: cuando se cuida al trabajador, se dan recursos, sistemas de supervisión y soporte psicológico, los profesionales sanitarios están mejor". "Las personas enfermas son nuestra razón de ser y debemos cuidarnos para seguir cuidando", ha concluido.