Unos 40 o 45 minutos dura el proceso mediante el cual se separa el plasma del resto de la sangre. Desde ya mismo, la sala de aféresis del Banco de Sangre y Tejidos de Aragón está reservada para obtener plasma hiperinmune de pacientes curados de Covid-19 para ayudar a otros enfermos. Se espera que ese aporte de defensas contra el coronavirus, en combinación con el tratamiento, les ayude a vencerlo.
Durante las últimas tres semanas, cuarenta donantes han pasado ya por la máquina que extrae el plasma. Algunos eran ya donantes antes de la pandemia, otros no, pero todos "se están implicando mucho en un sistema que esperamos que resulte útil, estamos muy esperanzados", señalan desde el Banco de Sangre.
En este momento, hay extraídas, a disposición de los hospitales aragoneses, 35 unidades de plasma. Aunque por ahora la demanda es mínima, en el Banco de Sangre prevén que "irá a más; es un medio terapéutico disponible y esperamos que en las próximas semanas aumente la demanda, aunque es normal que al principio se aplique poco, porque no se tiene la certeza de hasta qué punto puede ayudar".
Precisamente, el Banco de Sangre y Tejidos y el Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa participan en el ensayo clínico Con-Plas19, cuyo objetivo es averiguar si el uso de plasma hiperinmune asociado al tratamiento estándar en pacientes con infección por coronavirus mejora los resultados clínicos al compararlo con el tratamiento convencional. Este ensayo está liderado por el Instituto de Investigación Sanitaria Puerta de Hierro de Majadahonda (Madrid), con participación de diversos hospitales de toda España, y próximamente se unirá a él el Hospital Universitario Miguel Servet.
Seis donantes participan específicamente en este ensayo, pero el resto han sido seleccionados a partir de las altas hospitalarias. Una información que el Salud ha permitido ahora que llegue al Banco con este fin.
Cientos de llamadas y correos
Inicialmente se hizo un llamamiento a los pacientes recuperados de Covid-19, pero la respuesta, con cientos de llamadas y correos electrónicos recibidos, desbordó todas las expectativas y, además, "camuflaba a los donantes de interés, pues llamaba gente sin diagnóstico, incluso personas que pensaban que hacíamos aquí las pruebas, cuando se hacen en los hospitales".
Y es que para que ese plasma hiperinmune, cargado de anticuerpos contra el coronavirus SARS-CoV-2, sea útil para pacientes que luchan contra la enfermedad debe proceder de "personas que hayan estado enfermas, con infección demostrada por coronavirus mediante prueba PCR positiva, y recuperados del todo, es decir, que hayan pasado 14 días desde su recuperación, también demostrada por una PCR negativa".
Tras una primera selección, se llama a los candidatos a convertirse en donantes para ver si cumplen con el resto de requisitos de cualquier donación de sangre. No hay un perfil concreto, "son hombres y mujeres con edades comprendidas entre los 30 y los 60 años".
La actitud que los profesionales del Banco de Sangre y Tejidos encuentran al otro lado del teléfono es "excepcional, muchos ya conocen la iniciativa y, tanto en la llamada como cuando vienen a donar el plasma, están encantados de poder hacerlo". Incluso hay algunos "que se ofrecen a volver". Y justamente es lo que se prefiere, pues "los donantes repetitivos son muy seguros".