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1 abril, 2022Este 31 de marzo se celebra el Día Mundial Contra el Cáncer de Colón, una jornada para sensibilizar a toda la población sobre las necesidades que tienen todos los pacientes que son diagnosticados con esta enfermedad.
Este jueves 31 de marzo se celebra el Día Mundial Contra el Cáncer de Colón, una jornada muy especial enfocada a sensibilizar a toda la población sobre las necesidades que tienen todos los pacientes que son diagnosticados con esta enfermedad. Un día para poner de manifiesto la importancia de la realización de pruebas para establecer un diagnóstico y, en caso de confirmarse el cáncer, la realización de un seguimiento de la enfermedad.
¿Qué es el cáncer de colón?
El colon, también llamado intestino grueso, es un tubo largo y hueco que se encuentra al final del sistema digestivo, en él se produce y almacenan las heces. Existen muchos trastornos que pueden afectar su capacidad para funcionar correctamente. Entre ellos, el cáncer colorrectal, los pólipos del colon (crecimiento de tejido en el colon que pueden hacerse cancerosos), colitis ulcerativa (úlceras en el colon y el recto), diverticulitis (inflamación o infección de pequeños sacos o divertículos en el colon) o el síndrome del intestino irritable (un cuadro que causa cólicos abdominales y otros síntomas). El tratamiento de las enfermedades de colon varía ampliamente dependiendo de la enfermedad y su severidad.
Este tipo de cáncer comienza en el intestino grueso y suele afectar normalmente a los adultos mayores de 50 años, aunque puede ocurrir a cualquier edad. La mayoría de los pacientes con cáncer de colon se diagnostican entre los 65 y los 75 años tanto en hombres como en mujeres. Los casos en los que aparecen en edades más tempranas suelen deberse a una predisposición genética. Por este motivo, las personas con familiares de primer grado (padres, hijos, hermanos) con pólipos o con cáncer colorrectal tienen más posibilidades de desarrollarlo. También están más predispuestas las personas que hayan padecido previamente algún otro tumor o tengan enfermedades crónicas del colon, como la colitis ulcerosa y la enfermedad de Cröhn, o enfermedades en los que se desarrollan múltiples pólipos en el colon.
España tiene unas tasas de supervivencia a los 5 años del 64%, por encima de la media de los países europeos, que se sitúa en el 57%. Existe una realidad esperanzadora, porque este tipo de cáncer se puede curar en el 90% de los casos si se consigue diagnosticar en las fases tempranas de la enfermedad, por lo que la prevención es el arma más potente para luchar contra esta enfermedad.
Los síntomas del cáncer colon
Es importante realizarse pruebas de detección ya que es muy posible que no se presenten síntomas al principio. Toda persona mayor de 50 años debe hacerse un examen. Los síntomas del cáncer colon incluyen:
- Diarrea o estreñimiento
- Sensación que su intestino no se vacía por completo
- Sangre en las heces (ya sea muy roja y brillante o muy oscura)
- Heces más delgadas de lo normal
- Dolores o calambres frecuentes por gases, o sensación de llenura o hinchazón
- Pérdida de peso sin razón conocida
- Fatiga
- Náuseas o vómitos
Cómo prevenir el cáncer de colon
Por lo general, comienza como grupos pequeños y no cancerosos (benignos) de células llamados pólipos que se forman en el interior del colon. Con el tiempo, algunos de estos pólipos pueden convertirse en cáncer de colon.
Los pólipos pueden ser pequeños y generar pocos síntomas y debido a su pequeño tamaño generalmente suelen ser totalmente asintomáticos. Por esta razón, los médicos recomiendan pruebas de detección regulares para ayudar a prevenir el cáncer de colon mediante la identificación y extirpación de pólipos antes de que se conviertan en cáncer. Cuando el tamaño de los pólipos es mayor pueden sufrir erosiones en su superficie dando lugar a la aparición de sangre con las deposiciones o una anemia por pérdidas de sangre muy pequeñas que podrían detectarse con un test en las heces. En raras ocasiones pueden dar lugar a obstrucciones del intestino grueso si desarrollan un gran tamaño.
Para prevenirlo también es importante unos hábitos de vida saludable. Hacer una dieta habitualmente baja en grasas, baja en carnes rojas, muy cocinadas o en contacto directo con el fuego, baja en carnes procesadas. Lo más conveniente son las dietas muy ricas en fibras, frutas, legumbres, vegetales, hacer ejercicio físico frecuente, evitando la obesidad, moderar el consumo de alcohol y no fumar.
Tratamientos del cáncer del colon
Hay muchos tratamientos disponibles para ayudar a controlarlo: la cirugía, la radioterapia y los tratamientos farmacológicos, como la quimioterapia, la terapia con diana específica y la inmunoterapia. El pronóstico y las opciones de tratamiento dependen de los siguientes factores:
- El estadio del cáncer (si el cáncer está solo en el revestimiento interno del colon, se diseminó a través de la pared del colon o se diseminó a los ganglios linfáticos u otras partes del cuerpo).
- Si el cáncer bloqueó o produjo un agujero en el colon.
- Si quedó alguna célula cancerosa después de la cirugía.
- Si el cáncer recidivó.
- El estado general de salud del paciente.
- El pronóstico también depende de las concentraciones en la sangre del antígeno carcinoembrionario (ACE) antes de empezar el tratamiento. El ACE es una sustancia de la sangre que a veces aumenta su concentración cuando hay cáncer.
Opciones de tratamiento del cáncer de colon
Hay diferentes tipos de tratamiento disponibles para los pacientes de este tipo de dolencia. Algunos tratamientos son estándar (tratamiento que se usa en la actualidad) y otros se están probando en ensayos clínicos. Se utilizan siete tipos de tratamiento estándar:
- Cirugía: la extirpación en una operación es el tratamiento más común para todos los estadios del cáncer de colon. Un médico puede extirpar el cáncer mediante una escisión local, resección del colon con anastomosis o una resección del colon con colostomía. Después de que el médico extirpa el tumor visible en el momento de la cirugía, es posible que algunos pacientes reciban quimioterapia o radioterapia para destruir cualquier célula cancerosa que quede. El tratamiento que se administra después de la cirugía para disminuir el riesgo de que el cáncer vuelva se llama terapia adyuvante.
- Ablación por radiofrecuencia: el uso de una sonda especial con electrodos pequeños que destruyen células cancerosas. A veces, la sonda se introduce directamente a través de la piel y solo se necesita anestesia local. En otros casos, la sonda se introduce a través de una incisión en el abdomen.
- Criocirugía: tratamiento para el que se usa un instrumento para congelar y destruir tejido anormal. Este tipo de tratamiento también se llama crioterapia.
- Quimioterapia: tratamiento en el que se usan medicamentos para interrumpir la formación de células cancerosas, ya sea mediante su destrucción o al impedir su multiplicación. Cuando la quimioterapia se toma por boca o se inyecta en una vena o músculo, los medicamentos ingresan en el torrente sanguíneo y pueden llegar a las células cancerosas de todo el cuerpo (quimioterapia sistémica). Cuando la quimioterapia se coloca directamente en el líquido cefalorraquídeo, un órgano o una cavidad corporal, como el abdomen, los medicamentos afectan sobre todo las células cancerosas de esas áreas (quimioterapia regional). La manera en que se administra la quimioterapia depende del tipo y el estadio.
- Radioterapia: tratamiento para el que se usan rayos X de alta energía u otros tipos de radiación para destruir células cancerosas o impedir que crezcan. Hay dos tipos de radioterapia. La forma en que se administra la radioterapia depende del tipo y el estadio del cáncer que se esté tratando.
- Terapia dirigida: se utilizan medicamentos u otras sustancias a fin de identificar y atacar células cancerosas específicas. Por lo general, las terapias dirigidas causan menos daño a las células normales que la quimioterapia o la radioterapia.
- Inmunoterapia: en este caso se usa el sistema inmunitario del paciente para combatir el cáncer. Se utilzan sustancias elaboradas por el cuerpo o en el laboratorio para impulsar, dirigir o restaurar las defensas naturales del cuerpo. Este tratamiento es un tipo de terapia biológica.
Fuente: Heraldo de Aragón