Según fuentes del departamento de Sanidad, este tipo de brotes por grastroenteritis agudas son relativamente frecuentes en esta época del año y, de hecho, "han aparecido ya en boletines anteriores", aunque en estos informes no se detalle cuál ha sido el virus causante. "Llevamos desde que empezaron los colegios y guarderías sin parar de ver virus. Unas semanas es más gastroenteritis, otras son respiratorios... pero es continuo. Esta semana, en particular, a mí me ha llamado la atención que ha habido más casos de gastroenteritis, pero no se llega a hacer cultivo de heces para su abordaje porque no es necesario. Interesa cuando el foco es un restaurante y puede haber un germen transmitido a través de los alimentos, pero de no ser un brote concreto en una residencia o en una guardería, o cuando ves que dura muchos días, no es necesario hacer pruebas porque te da igual que sea un virus que otro el causante ya que el tratamiento y la evolución va a ser muy parecida", aclara la doctora Teresa Cenarro, presidenta de la Asociación Aragonesa de Pediatría de Atención Primaria.
Los pediatras recuerdan que la mayoría de los procesos gastrointestinales que están viendo en los niños son "cuadros víricos y autolimitados", lo que explica que la mayoría de las veces no sea necesario la realización de coprocultivos (pruebas de laboratorio que permiten poner nombres y apellidos a estos virus).
"Hay muchos más niños que se tienen que inmunizar pasando los procesos infecciosos propios de la infancia"
En su consulta, a medida que la incidencia del coronavirus se ha ido reduciendo, se ha vuelto más notable la presencia de este tipo de virus. "Este año no se puede comparar con el pasado, porque desaparecieron todos. Pero si comparamos con el último año prepandemia, la impresión general es que hay más virus, lo cual tiene su lógica porque hay un número mayor de niños susceptibles de pasar los procesos: a los que les tocaba el año pasado y que no los cogieron y los de este. Hay mucha más población infantil que se tiene que inmunizar pasando los procesos infecciosos propios de la infancia", afirma esta doctora, que para tranquilidad de las familias le quita importancia a este tipo de cuadros.
"La mayoría de procesos víricos que estamos viendo son autolimitados, con periodos de incubaciones cortos y que provocan vómitos y deposiciones diarreicas en todas las personas, pero especialmente en niños pequeños, que es lo habitual", detalla. Esta doctora reconoce que el sapovirus, que toma su nombre del primer brote detectado en la ciudad de Sapporo, "es muy contagioso", como el resto de virus gastrointestinales. Su periodo de incubación es corto y provoca síntomas de 3 a 5 días (salvo en niños pequeños y ancianos, que puede durar más).
Por el momento, en Zaragoza, la presidenta de la Asociación Aragonesa de Pediatría de Atención Primaria desconoce que haya habido un brote de gastroenteritis aguda causado por sapovirus, si bien insiste en que gracias a la mejora de las pruebas diagnósticas ahora se diagnostican muchos procesos virales que antes no se detectaban. "Lo mismo pasa con la detección de parásitos: han mejorado mucho las técnicas microbiológicas y gracias a ello le ponemos nombre y apellidos a procesos gastrointestinales. Aunque en el caso de los procesos víricos la evolución es buena y no suele ser necesario pedir coprocultivo", subraya.
Para prevenir esta patología, la doctora Cenarra aconseja tener muy presente el lavado de manos, que resulta "importantísimo" para evitar el contagio de virus gastrointestinales. "Tanto en los niños que tienen infección como en los que los cuidan y les cambian, por ejemplo, los pañales", concluye esta pediatra.