Los desórdenes mentales y neurológicos afectan a 700 millones de personas en todo el mundo, según los últimos datos ofrecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS). A nivel europeo, hay 30 millones de casos y, en lo referente a España, medio millón de personas sufren trastornos mentales, lo que supone un 19,5% de la población, siendo los responsables del 40% de las enfermedades crónicas.
Cada año, más de un millón de personas fallecen por esta causa y otras muchas intentan suicidarse. Dadas las altas tasas de defunción y las consecuencias que tienen en las personas cercanas a la víctima, en la sociedad y en todo un país, la prevención del suicidio será el tema central del Día Mundial de la Salud Mental de este año, que se celebrará el próximo 10 de octubre. Bajo el mensaje ‘Conect@ con la vida’, la jornada servirá para realizar una llamada de atención en positivo, todo ello con el fin de concienciar y movilizar a la población sobre esta problemática.
Un contexto en el que también influye notablemente el estilo de vida que predomina actualmente en la sociedad, con la correspondiente presión social y laboral que existe y que hace que los trastornos depresivos y de ansiedad de tipo reactivo sean dos de las afecciones más frecuentes en este sentido.
Pese a que las dolencias que afectan a la salud mental constituyen la principal causa de discapacidad e el país, en la actualidad, aún existe mucho desconocimiento sobre este tipo de patologías, que afectan en gran medida a la población joven. La discriminación social, el acoso escolar, el consumo de estupefacientes o los abusos sexuales son las principales causas que han derivado en que el 30% de los jóvenes haya sufrido alguna de estas enfermedades, sintiéndose la gran mayoría reacios a la hora de buscar ayuda profesional. Estos trastornos mentales pueden ocasionar otro tipo de patologías más graves e incluso el suicidio, que es la segunda causa de defunción entre los jóvenes de 15 a 29 años.
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