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14 mayo, 2019La zaragozana, de 25 años, obtuvo una puntuación total de 91,3724, tras contabilizar 186 aciertos y solo 31 fallos. Los próximos cinco años se especializará en cardiología en el hospital Ramón y Cajal de Madrid.
Sonia Rivas es una médica feliz. Tras varios años de duro e incesante sacrificio, la zaragozana, de 25 años, iniciará próximamente una "nueva y bonita etapa" en la capital de España. Concretamente en el hospital Ramón y Cajal de Madrid, donde realizará la especialidad de cardiología, después de ser la número uno en el examen del MIR (Médico Interno Residente) en Aragón. Con una puntuación total de 91,3724, tras contabilizar 186 aciertos y solo 31 fallos, a nivel nacional obtuvo el 45º mejor resultado.
"Tuve varios momentos de emoción después del examen. El primero, y el más impactante para mí, fue al introducir la plantilla del examen en la plataforma de mi academia y comprobar que me estimaban un número muy bueno. Fue un momento de gran nerviosismo porque la sensación al terminar un examen como este es de mucha incertidumbre e inseguridad. En este instante sentí una gran liberación y la satisfacción de poner punto y final a un camino muy duro", explica Rivas, que estudió en el colegio Romareda.
Seis días a la semana (cinco de trabajo personal y uno de clase en la academia con simulacros) y una cantidad de horas "progresiva y muy personal" son la base sobre la que la zaragozana ha cimentado estos meses su éxito. "La etapa más dura empieza en junio, al acabar el curso después de graduarnos. Es un momento que cambia drásticamente la manera de enfocar el estudio, las horas que dedicamos y, sobre todo, el nivel de presión que empezamos a sentir. La intensidad es muy alta y crece durante los siguientes 9 meses”, reflexiona la joven, que lamenta el progresivo aumento que ha experimentado la dificultad de la prueba en los últimos años.
Las preguntas se dirigen cada vez más a detalles específicos de materias que hasta ahora ni siquiera están incluidas en nuestros manuales por considerarse poco rentables de estudiar. Desafortunadamente, vista la trayectoria, el nivel de exigencia va a ser cada vez más alto y de contenidos difícilmente abarcables para un médico general”, asegura.
Los aspirantes disponen de cinco horas de examen para plasmar su conocimiento. Un tiempo insuficiente para Rivas, que alaba el "gran esfuerzo que hacemos todos durante muchos meses" y lamenta que "no se valoran otras aptitudes muy importantes para ejercer la profesión de médico", por lo que califica el MIR como "un método de selección susceptible de mejorar".