Cuando los profesores de la Escuela Universitaria Politécnica de Teruel Ana María López y Francisco José Torcal pusieron sobre la mesa la idea de diseñar un dispositivo capaz de detectar si una persona lleva bien colocada la mascarilla, Javier Benito no lo dudó.
Manos a la obra, este alumno de 22 años ha creado en pocos meses una máquina que avisa cuando alguien no está haciendo un uso correcto de uno de los elementos que ha salvado vidas durante la pandemia. "Era un tema muy actual y pensé que, si lo lograba, resultaría útil a las personas", explica. Su talento le ha reportado una matrícula de honor en su Trabajo de Fin de Grado y muchos medios de comunicación se han hecho eco del invento en una época aún con covid.
El dispositivo, una placa procesadora conectada a una cámara de vídeo que identifica y avisa, emitiendo una luz, de los errores en la colocación de la mascarilla en base a un código preestablecido, es de bajo coste y puede ser muy práctico en recintos deportivos y otros espacios cerrados donde la seguridad sanitaria es esencial.
Para realizar su trabajo, Javier Benito fotografió a familiares y amigos con y sin mascarilla, así como portando este elemento de protección de las vías respiratorias correcta o incorrectamente puesto. Todos estos datos pasaron a formar parte del código interior del mecanismo.
Ahora, la máquina, una caja de apenas 13 x 13 centímetros, enciende una luz roja cuando el rostro que ha captado lleva mal puesta la mascarilla. El piloto es verde si la persona está bien protegida. Benito destaca que su dispositivo es de fácil instalación, pues solo necesita conectarse con un cable a la corriente eléctrica a través de un enchufe convencional.
“Lo he concebido para que sirva de ayuda al empleado que está al cargo del acceso a unas instalaciones deportivas, ya sea un gimnasio o una piscina, entre otros espacios, y que debe ocuparse de varias tareas a la vez, por lo que es posible que no se dé cuenta por sí mismo que entra un usuario con la mascarilla mal colocada”, explica el joven ingeniero.
Javier Benito ensayó su dispositivo en la zona de acceso a la piscina climatizada municipal de Teruel y obtuvo buenos resultados. Considera que la máquina que ha ingeniado puede ser de utilidad también en bares, discotecas o bibliotecas. Su aportación deja la puerta abierta a nuevas investigaciones para ampliar y perfeccionar las medidas de seguridad contra la covid.