El equipo del zaragozano Carlos Buesa, presidente de la biofarmacéutica Oryzon Genomics, ha iniciado un ensayo clínico en pacientes graves de coronavirus para atajar una de las principales causas de mortalidad: el síndrome de distrés respiratorio agudo. Las pruebas se desarrollarán en dos hospitales de Barcelona, el Valle de Hebrón y el Hospital del Mar. Asimismo, hay «serias posibilidades» de incorporar pacientes de un hospital de Zaragoza, con el que se han mantenido ya conversaciones.
La hipótesis, explicó Buesa, es que el vafidemstat, un fármaco probado en enfermos de alzhéimer y de esclerosis múltiple, es capaz de reducir las proteínas que ‘anticipan’ la reacción descontrolada que lleva al síndrome de distrés respiratorio agudo. Esto permitiría tratar estas complicaciones en planta antes de que el enfermo empeore y tenga que ser trasladado a la uci, lo que tendría, según este científico zaragozano, «un valor extraordinario» desde el punto de vista de salud pública.
El ensayo, en el que participarán 40 personas divididas en dos grupos, ha sido autorizado en tiempo récord. A 20 de ellas se les suministrará la medicación estándar paliativa que se está utilizando en los hospitales españoles para evitar empeoramientos y para las 20 restantes, la misma combinación con el añadido del vafidemstat. «Entonces, se medirá la eficacia a día 7, a día 14 y a día 28 de acuerdo a varios parámetros clínicos», explicó.
"El fármaco permitiría manejar las complicaciones en planta antes de que la salud del enfermo se deteriore"
La biofarmacéutica asegura estar «ilusionada y muy esperanzada» con este ensayo. «Hay mucha expectación. Creemos tener una hipótesis muy seria», afirmó Buesa. Respecto a su ampliación a más hospitales, admitió que le gustaría «mucho» incluir a uno de los grandes centros de Zaragoza de cara a una segunda fase.
El fármaco ha sido probado ya en un centenar de pacientes de edad avanzada con alzhéimer durante seis meses sin que se registrara ningún problema de seguridad. También se testó su eficacia en enfermos de esclerosis múltiple. En este caso, se demostró que en modelos «muy duros» de esclerosis era capaz de reducir las proteínas que aparecen como «heraldos» de la reacción descontrolada que provoca el distrés respiratorio.
Los plazos de este nuevo ensayo dependerán, en primera instancia, del ritmo de reclutamiento. El hecho de que cada vez haya menos pacientes graves hará que lleve semanas. No obstante, Buesa espera tener una idea de si el fármaco es capaz de producir mejoras terapéuticas «en cuestión de meses». Si el resultado es positivo, Oryzon dará parte «de forma inmediata» a la Agencia Europea del Medicamento y a su homóloga americana para solicitar una aprobación «acelerada condicional» que permita utilizar este fármaco para combatir el virus.
Buesa recordó que el actual podría mutar en los próximos años, lo que haría que las vacunas que se desarrollen no fueran eficaces, una situación que ya se ha dado con las del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV).
El tratamiento que ahora se prueba podría salvar miles de vidas, ya que, como subrayó el presidente de Oryzon, un porcentaje «elevadísimo» de las muertes por coronavirus se han producido por la progresión del síndrome de distrés respiratorio agudo, que acaba produciendo un fallo orgánico que puede derivar en un fracaso respiratorio, renal o cardiaco y provocar la muerte del paciente. La ventaja es que, si se prueba la hipótesis, este fármaco podría combatir tanto los síntomas de la covid-19 como los de sus posibles mutaciones futuras.