El equipo analizó muestras de aire y tos de 22 pacientes para concluir que no todos expelían el virus de forma continua a través de la respiración
Ninguno de los positivos estudiados presentó carga viral ni en la tos ni en el ambiente a los tres días del inicio de los síntomas
La transmisión por aerosoles ha sido reconocida como vía de contagio de COVID-19 pero, tras dos años de pandemia, todavía se desconoce la probabilidad de infección según las distintas formas de exposición al virus e, incluso, si todos los portadores son igual de contagiosos. Así lo refrenda un estudio llevado a cabo por investigadores del Instituto de Investigación Sanitaria Aragón (IIS Aragón), publicado recientemente en la revista Journal of Clinical Medicine y financiado por las donaciones solidarias de la campaña ‘Investiga COVID’ que el instituto puso en marcha en 2020.
Este equipo multidisciplinar del IIS Aragón analizó la contagiosidad de una cohorte de 22 pacientes con el virus SARS-CoV-2 a través de las muestras del aire ambiental del entorno de los enfermos, así como la presencia del virus en su propia tos mediante la detección de material genético en las muestras. Solamente en dos de las 19 muestras de tos y solo en uno de los ocho pacientes de muestras del aire ambiental se encontró material genético del virus, cuando hasta ahora se creía que todos los pacientes contagiados expelían virus de forma continua a través de la respiración.
“Esto indica que existe una enorme heterogeneidad entre los individuos. Ninguno de los pacientes estudiados presentó carga viral ni en la tos ni en el ambiente a los tres días del inicio de los síntomas, lo que podría ayudar a definir periodos de cuarentena en los infectados”, señala Marta Baselga, coordinadora del trabajo en el que también han participado Antonio Güemes, Alberto Jiménez Schuhmacher y Juan José Alba.
Parámetros estudiados
Uno de los parámetros estudiados fue el denominado CT de las muestras, es decir, la cantidad de virus que se encuentra en ellas, donde una cifra de CT muy alta significa poca carga viral. Este grado de concentración de virus tampoco ha podido correlacionarse con la posibilidad de expeler virus por las vías respiratorias de los pacientes y su consecuente contagiosidad.
“Esta observación es muy importante, ya que, en muchos casos, para clasificar a un paciente como potencialmente ‘contagiador’ se utilizaba este parámetro, e incluso era utilizado para decidir si se puede operar o no a un paciente que necesita una cirugía y que además está contagiado de COVID-19. En la actualidad, se están desarrollando nuevas tecnologías que permiten detectar si un paciente contagia soplando por dispositivos que permiten la detección del virus en el aire, lo que podría ser una solución”, indica Baselga.
Los resultados de este trabajo están en línea con las hipótesis propuestas por los científicos sobre la existencia de los ‘superpropagadores’, personas que, por una razón no bien conocida, son capaces de contagiar a gran número de personas con las que pudieran estar en contacto. “De este modo se podría atribuir parte de la heterogeneidad de la propagación a la emisión sobredimensionada de un pequeño porcentaje de individuos infectados, esto es, unos pocos que contagian muchísimo”, concluye la investigadora.
Acerca del Instituto de Investigación Sanitaria Aragón (IIS Aragón)
El IIS Aragón es el Instituto de Investigación Sanitaria formado por los Hospitales Universitarios Lozano Blesa y Miguel Servet, la Atención Primaria de Salud, la Universidad de Zaragoza y el Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud.
Los objetivos del IIS Aragón son aproximar la investigación básica y aplicada, clínica y de servicios sanitarios; crear un entorno investigador, asistencial y docente de calidad al que integre profesionales sanitarios, especialistas en formación y alumnos de postgrado y grado, así como constituir el lugar idóneo para la captación de talento y la ubicación de las grandes instalaciones científico-tecnológicas.