China y Estados Unidos pugnan por la primicia de la vacuna contra el nuevo coronavirus SARS-CoV-2, causante de la neumonía Covid-19 que ha matado a casi 8.000 personas en el mundo, una contrarreloj en la que no son los únicos en liza, también compite la Unión Europea (UE).
El primero en conseguir una vacuna eficaz que ponga fin a este enorme desafío sanitario, social y económico logrará el reconocimiento mundial, pero también una valiosísima patente.
Este hervidero en el mundo científico se ha empezado a notar en la Oficina Europea de Patentes (EPO, en sus siglas en inglés), donde ya han llegado las primeras solicitudes de patentes de medicamentos contra el coronavirus, pero aún son "muy pocas" y "secretas", señala a Efe su portavoz de Comunicación, Luis Berenguer, quien rehúsa precisar el "contenido exacto" ni quiénes son sus depositantes.
Lo que sí puede decir es que han detectado "mayor interés" sobre estas patentes por las preguntas que reciben y las búsquedas que se realizan a través de mecanismos oficiales en la base de datos de la EPO, asegura Berenguer, quien hasta finales del pasado año fue director de Comunicación de la Oficina de la Propiedad Intelectual de la UE (EUIPO, por sus siglas en inglés).
Precisa que las patentes para los virus de la familia “corona” se vienen solicitando desde los años 90 del siglo XX, entonces con una finalidad veterinaria, y que hubo repuntes en 2003 y en 2014 de este tipo de solicitudes por las crisis de la gripe aviar y de la asiática.
Desde finales de los 90 hasta la fecha la EPO ha recibido unas 390 solicitudes, de las que ha registrado 152 patentes, de ellas 15 del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España, según Berenguer.