Una dieta baja en grasas reduce el riesgo de muerte tras un cáncer de mama, la progresión de la diabetes y la aparición de enfermedad coronaria, según ha demostrado un equipo dirigido por investigadores del Fred Hutchinson Cancer Research Center (Estados Unidos) en un estudio publicado en la revista 'Journal of Nutrition'.
El estudio incluyó a casi 49.000 mujeres posmenopáusicas y, después de un seguimiento de casi 20 años, los investigadores encontraron que la dieta sana redujo de entre 15 y 35 por ciento las muertes por todas las causas tras el cáncer de mama; entre un 13 y un 25 por ciento la diabetes insulino dependiente; y entre un 15 y 30 por ciento la aparición de enfermedad coronaria.
A diferencia de otros estudios que examinan el vínculo entre la dieta, el cáncer y otras enfermedades, los investigadores diseñaron el nuevo trabajo como un ensayo clínico controlado aleatorio a largo plazo para limitar el sesgo y establecer conclusiones causales.
También se desempeña como investigadora principal del Centro de Coordinación Clínica WHI con sede en Fred Hutch. "Si bien hay muchas dietas que proporcionan beneficios a corto plazo, como la pérdida de peso, este estudio valida científicamente los efectos a largo plazo en la salud de una dieta baja en grasas".