La vida después de salir del hospital para los enfermos covid no está exenta de obstáculos. Los profesionales coinciden en que uno de cada cinco pacientes aproximadamente arrastra secuelas leves a los tres meses del alta. Esta es una de las conclusiones a las que llegan fruto de la experiencia acumulada en las consultas de seguimiento a aquellas personas que han superado el coronavirus.
Las secuelas graves por la covid-19 "son muy poco frecuentes, aunque existir, existen", según afirma Jesús Díez Manglano, internista del Royo Villanova y presidente de la Sociedad Española de Medicina Interna. Se ven, eso sí, síntomas leves "que corresponden en muchas ocasiones con un síndrome postviral, con cansancio, sensación de falta de aire o malestar general, pero que habitualmente limita poco las actividades de la vida diaria". La astenia "remite con el tiempo" pero "paradójicamente, cuanto menos se mueve uno por este cansancio, más le cuesta recuperarse". Un síntoma persistente es la pérdida del olfato y del gusto, que puede tardar hasta cinco meses en recuperarse. En el hospital, explica, tienen una consulta postcovid donde, a criterio del médico, se cita al paciente al cabo de un mes, o más tarde, y reciben también derivaciones que se consideran desde Atención Primaria.
Para José Miguel García Bruñén, médico adjunto de Medicina Interna en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza:"Hemos ido aprendiendo, pero todavía desconocemos muchos aspectos de la enfermedad y, sobre todo, del postcovid. No hemos tenido todavía tiempo de estudiarlo bien porque las olas se han ido encadenando y hemos tenido que centrarnos en el momento agudo". "Sabemos –concreta– que el porcentaje más amplio de pacientes se han recuperado a las pocas semanas, pero quizá en torno a un 20 o 30% tiene secuelas, como astenia, cefaleas, disnea, dolores articulares.... No todos tienen todas y cada uno lo vive de una manera". Como patologías menos frecuentes, cita, estaría la fibrosis pulmonar, alguna afectación cardíaca o el síndrome de fatiga crónica. "Desgraciadamente –indica– no tenemos ningún tratamiento específico para el postcovid".
El Servet puso en marcha en junio una consulta específica para controlar a los enfermos que padecieron la infección por SARS-CoV-2 a los tres meses de recibir el alta hospitalaria, con el objetivo de realizar una valoración clínica, analítica, serológica y radiológica. Ha funcionado de manera intermitente. Se cerró en Navidad y se reabrió en febrero aunque se volvió a interrumpir: "Ahora estamos centrados en atender a los pacientes que están ingresados, porque seguimos teniendo muchos enfermos con esta patología". De hecho, según los datos ofrecidos ayer por el portal de Transparencia de Aragón, en estos momentos este hospital atiende a 78 personas por covid, de las que 18 están en la uci.
El por qué esta enfermedad puede llevar a una persona al hospital y en otra puede cursar sin síntomas es una incógnita. Para García Bruñén, "es tremendamente variable". "Hay muchos factores que no controlamos. Hemos visto casos de gente que se ha recuperado perfectamente y otros se han quedado con secuelas, con cuadros leves o graves". "El postcovid es tan amplio y variado que establecer un patrón es muy complicado". Hay algunos efectos que suelen referir los pacientes, como cansancio, dolores de cabeza, articulares, cardíacos, fatiga, alopecia, lesiones en la piel, ansiedad, depresión... Para este internista, "obviamente, después de pasar el coronavirus, todo se relaciona con esa enfermedad. La covid es un elemento que justifica todo, pero en parte puede no ser el causante".
En el Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza cuentan también con una consulta postcovid de pacientes que ingresan por neumonía o distrés respiratorio al mes del alta para comprobar lesiones pulmonares y observar su evolución. Si aparece nueva sintomatología distinta a la respiratoria, resume Joaquín Costán, neumólogo y director del hospital, se deriva a la especialidad que corresponda, como Neurología, Rehabilitación, Reumatología, Psiquiatría, Aparato Digestivo... Esta consulta se puso en marcha en junio y funciona dos tardes a la semana. El Clínico tiene ahora 71 enfermos de covid –17 en la uci– y reserva una planta y media a esta patología, aunque llegó a ocupar hasta seis. Cuando se cumple un año del primer estado de alarma, decretado para intentar frenar la expansión del virus, los profesionales sanitarios recuerdan que la pandemia "no está resuelta, ni muchísimo menos". Apelan al "sentido común" para evitar una nueva ola, la quinta en Aragón, que comprometería el sistema sanitario y provocaría, de nuevo, más ingresos.
Los efectos de largos ingresos
Las largas estancias en las unidades de cuidados intensivos, junto a hospitalizaciones prolongadas en planta, contribuyen a que los pacientes sufran una gran pérdida de masa muscular, atrofia, y necesiten rehabilitación. Es fundamental el trabajo que desarrollan en las ucis profesionales como Antonio Miguel, fisioterapeuta del Servet. "Nuestro objetivo en la uci es que el paciente pueda recuperar la autonomía de la función respiratoria y la función neuromuscular, que se ve muy afectada".