La evidencia actual indica que la reinfección por el nuevo coronavirus es excepcional en los 6 meses posteriores a una infección natural. Este hecho, sumado al conocimiento de que las personas que han pasado la infección tienen una respuesta inmune muy elevada y superior a la de personas que no han tenido contacto con el virus, ha llevado a las autoridades sanitarias a retrasar la vacunación de los menores de 65 años hasta los seis meses tras el padecimiento de la enfermedad, según se recoge en la última actualización de la 'Estrategia de vacunación de la covid-19.
¿Pero cómo se controla esta circunstancia con el sistema de autocita en Aragón? Desde el Colegio de Enfermería de Zaragoza indican que con la apertura progresiva de agendas para vacunar a menores de 65 puede ocurrir que lleguen pacientes a los centros de salud que hayan conseguido hueco para vacunarse pese a haber pasado la enfermedad hace relativamente poco.
"Nosotros normalmente preguntamos si han pasado la covid o no, pero lo ideal sería que eso se parara en el momento de la citación o que saliera una advertencia a aquellos que ya han pasado la enfermedad", aconseja la presidenta del Colegio de Enfermería, Teresa Tolosana, de cara a evitar malentendidos cuando se abran agendas a nuevos grupos de edad.
En el momento actual, los sanitarios siguen dos directrices diferentes a la hora de vacunar a los pacientes que ya han pasado la covid-19. Por un lado, los menores de 65 que se hayan contagiado hace menos de un año deben esperar seis meses y vacunarse a partir de ese momento con "una sola dosis"; mientras que en el caso de los mayores de 65 se sigue la pauta habitual de las dos dosis, hayan pasado la enfermedad o no, explica esta enfermera, quien matiza no obstante que el hecho de recibir una dosis de más no va a perjudicar al paciente. Simplemente, matiza, "habría una dosis que no hubiera hecho falta poner".
Desde Sanidad recuerdan que el plazo para vacunarse, una vez abierto el calendario de vacunación a un determinado grupo de edad, no prescribe. "La opción de citarse no desaparece, una vez la tienes te citas cuando quieras", reiteran. Por el contrario, si una persona que se ha citado no acude, pierde su turno y en principio no podría volver a citarse de manera inmediata.
Otra circunstancia que puede darse es que el paciente que se ha citado para vacunar no recuerde con exactitud la fecha del contagio, lo que llevaría al personal de enfermería a tener que comprobar ese dato. "Si alguien nos dice (y ha ocurrido): 'lo pasé, pero ahora mismo no recuerdo cuándo'. Entonces se entra en la historia clínica del paciente y se comprueba. Si han pasado seis meses desde que recibió el alta, le ponemos una sola dosis y anulamos la segunda cita. Esto lo podemos hacer cuando estamos vacunando en nuestro centro, que da acceso al historial del paciente, pero si estás vacunando en un centro externo, no podemos comprobar nada", añade Tolosana, quien insta de cara a los próximos meses a "afinar" más en el sistema de autocita esta circunstancia para evitar desplazamientos en balde a los puntos de vacunación habilitados.
"Cuando terminemos con esta franja de edad de mayores de 65 y tengamos que poner mayoritariamente vacunas a gente joven, este tema tiene que estar bien hilvanado para que la gente no sufra la molestia de tener que venir y hacer la fila para que luego -si lo ha pasado- le digamos que no, porque al final cada pregunta de más y cada comprobación solo hace que enlentecerlo todo", concluye esta sanitaria.