El Comité de Bioética de Aragón alerta de la "especial vulnerabilidad de algunas personas" ante la implantación de la telemedicina, una situación que "puede generar desatención e incluso abandono si no se actúa con diligencia y de manera proactiva". Se refiere, en concreto, a aquellos pacientes que "por su edad o circunstancias personales" pueden tener dificultades con el idioma, problemas de comunicación o falta de habilidades a la hora de pedir cita por internet o usar el teléfono con soltura, ya que a menudo carecen de un adecuado apoyo social y familiar.
Advierte, asimismo, de que las dificultades económicas provocadas por la pandemia "han incrementado el número de personas con restricciones en su línea telefónica", y de que hay que tener en cuenta a quienes tienen discapacidad sensorial o intelectual, ya que necesitan recursos específicos "para lograr una accesibilidad cognitiva". "Esto significa que hay un grupo poblacional que en estos momentos se encuentra sometido a una peculiar dependencia sobreañadida al acceder al sistema mediante la telemedicina", apuntan desde el Comité.
Sus integrantes ven "previsible" que, tras la experiencia de este último año, la telemedicina siga utilizándose tanto en la Atención Primaria como en la medicina especializada a la hora de gestionar actuaciones que no precisan presencia física debido a su "indudable eficiencia" tanto para los profesionales como para los propios usuarios. Por este motivo, se han dirigido a la consejera de Sanidad, Sira Repollés, para hacerle ver este problema e instarle a adoptar "medidas de prevención y detección" de las personas que se encuentran en una situación de especial debilidad.
Por su parte, los sindicatos médicos Fasamet y CESM reclamaron ayer "un verdadero plan de actuación para no ahogar el sistema sanitario" con motivo del Día de Atención Primaria, que se celebra hoy. Creen, asimismo, que no es el momento más oportuno para recuperar la presencialidad.