«Hace 20 años alguien pensaría que esto es porque la gente es muy vaga y no quiere trabajar, pero ahora estamos en otra realidad y esto es un problema realmente grave por las consecuencias que tiene a nivel personal como profesional», explica a este diario Santiago Gascón, psicólogo y profesor de la Universidad de Zaragoza y director de la cátedra Devoture.
La Red Aragonesa de Prevención Psicosocial Permanente, que se presentará públicamente el próximo día 20, cuenta con un equipo multidisciplinar de médicos, psiquiatras, psicólogos, expertos en derecho del trabajo o juristas. «Hemos captado la atención de muchas empresas que ven la prevención como algo clave. La gente se da cuenta de que es mucho más barato hacer prevención que los gastos que genera una baja», explica Gascón. «El estrés laboral tiende a negarse cuando se hace público, pero si es enfocado como un problema de la organización y no como una debilidad de la persona, es posible prevenirlo al igual que otros riesgos», argumenta.
La iniciativa, que ha contado con una subvención del Gobierno de Aragón, viene sustentada en parte por los efectos de la pandemia. «Los problemas han crecido y lo estamos pagando. Hay demandas laborales que superan las capacidades del trabajador, que se siente desbordado para hacerles frente», asegura Gascón.
Más absentismo laboral
La forma de desencadenarse el problema es sencilla. «La persona suele pasar por un período en el que intenta cumplir con las diferentes tareas, asume la carga prolongando su jornada y lleva los problemas a su vida personal. Este proceso puede desembocar en psicopatologías, comúnmente acompañadas de trastornos psicosomáticos», añade.
Un espacio de intercambio y asesoramiento
Las experiencias en materia de prevención y promoción de la salud que ya están vigentes en ciertas empresas o administraciones de Aragón servirán, en esta red, para generar un espacio de intercambio, asesoramiento y ayuda mutua entre los sectores implicados. «El fin es instaurar una cultura preventiva en las empresas, aportarles asesoramiento y también formación con cursos y seminarios que se impartirán desde la universidad, así como talleres, aprender a gestionar los conflictos o diferentes vías de participación al empleado», señala Gascón.
Estas situaciones, con un «alto nivel de estrés», también tienen efectos en un «deficiente rendimiento para la empresa», ya que según los expertos crecen los casos de absentismo y unos mayores índices de siniestralidad debida a los errores. «La Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo señala que la mitad de los empleados considera que el estrés está presente en su medio laboral», afirma Gascón.
El trabajo de la red va a consistir en detectar los puntos débiles, mediante una evaluación de los trabajadores y las empresas, para saber cuál es la fuente de ese estrés. «Se generan de manera progresiva y pueden encontrarse en diferentes fases, por lo que debemos detectar sus primeros indicadores para diseñar programas de intervención», matiza Gascón.
Este sentido se cree que la intervención sobre la organización ha mostrado «mayores logros» que la dirigida a mejorar las estrategias individuales, aunque la combinación de ambos tipos puede ofrecer óptimos resultados.