El laboratorio satélite del CIBA tiene capacidad para detectar no solo casos de la cepa británica, sino variantes como la sudafricana –de la que ayer se confirmó un segundo caso a nivel nacional– o la brasileña. "El trabajo que se desarrolla aquí es muy artesanal, no es un proceso que se pueda abordar en todos los hospitales de manera rutinaria. Podríamos incluso secuenciar el virus completo, hay tecnología para hacerlo", defendió su responsable, Javier Gómez-Arrue.
Aunque actualmente se está trabajando con la británica por ser "la que más preocupa", una vez que estuviese montado el sistema se podrían monitorizar todas aquellas variantes que se considerasen de interés. "La británica ha cogido mucho nombre, pero no supone cambios a nivel del paciente. Tampoco implica variaciones a la hora de abordar el tratamiento", recordó el responsable del laboratorio satélite.
La intención es poder tener todo preparado para hacer el seguimiento epidemiológico cuando aparezcan otras variantes que tengan mayores implicaciones a nivel clínico. "Así, cuando venga una cepa que sea lo suficientemente diferente como para suponer un problema de estas características, ya sea por que el tratamiento sea diferente o por cualquier otro motivo, estaremos listos para identificarla", expuso Gómez-Arrue.
Según indicó, este año se ha autorizado un aumento de plantilla que permitirá mantener el laboratorio abierto y prestar este servicio al Salud. En él trabajan actualmente nueve personas en dos turnos de lunes a viernes. "Antes se encontraban trabajando en los distintos servicios de apoyo a la investigación, que han tenido prácticamente que cerrar para dedicarse a esto. Vamos a incrementar la plantilla en ocho personas más. Estas últimas sí estarán dedicadas única y exclusivamente al apoyo al diagnóstico covid, ya sea para la monitorización de nuevas variantes o para hacer PCR en caso de que sea necesario", indicó.
La idea es que las nueve personas que ya se encontraban trabajando se liberen pero permanezcan ‘en alerta’ para volver en cuanto se considere necesario. "Entonces sí podrían volver a hacerse 1.200 pruebas al día", agregó.