El Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza cuenta ya con una nueva Unidad de Ictus, dotada con seis camas que permitirán una ocupación media de 400 pacientes al año. Esta nueva área está ubicada en la planta siete del centro, dedicada a Neurología y las obras para su adecuación han supuesto una inversión de 150.000 euros.
Cada paciente dispondrá de un sistema de monitorización bajo la supervisión directa y continua del personal de enfermería que, no solo contará con formación específica, sino también con protocolos clínicos de actuación que buscan adelantarse a las necesidades del paciente para minimizar las posibles complicaciones y favorecer la recuperación clínica y funcional de manera precoz.
Hasta ahora, los pacientes que acudían al Hospital Clínico Universitario con esta patología ya recibían una atención multidisciplinar en camas diferenciadas con un funcionamiento similar a una Unidad de Ictus, una iniciativa pionera en ese momento que ha permitido aplicar todas las medidas terapéuticas disponibles sin demora.
No obstante, según ha informado el Gobierno de Aragón en una nota de prensa, era preciso adecuar su diseño asistencial y estructural para incorporar de una forma más óptima todos los nuevos avances en la atención a estos enfermos.
Unidades de ictus
Las Unidades de Ictus son unidades de cuidados agudos no intensivos destinadas de forma exclusiva a la atención de pacientes con esta patología. Se caracterizan por una sistematización de la atención al paciente, con personal entrenado, criterios de ingreso preestablecidos, actuación diagnóstica y terapéutica precisa, especial atención al tratamiento agudo y a la precoz rehabilitación funcional y social del paciente, además de una eficaz coordinación multidisciplinar.
En estos momentos, son el recurso más efectivo para el tratamiento de la fase aguda del ictus. Su funcionamiento se basa en una atención multidisciplinar con objetivos definidos que buscan lograr los mejores resultados en salud de los enfermos, así como una mayor confortabilidad tanto del paciente y sus acompañantes como la del personal.
En este sentido, la jefa del servicio de Neurología del Clínico, Cristina Íñiguez, ha explicado que con el funcionamiento de las Unidades de Ictus "se consigue reducir la mortalidad de ictus en un 20 por ciento y, lo que es más importante, y el riesgo de depedencia se reduce hasta en un 30 por ciento".
¿Qué es el ictus?
El ictus es un trastorno brusco en la circulación sanguínea del cerebro que puede ser producido por oclusión de un vaso sanguíneo (el 85% de los casos) o por rotura del vaso, con la consecuente hemorragia (el 15%).
Más del 90% de los casos están en relación directa con alguno de los diez factores de riesgo: hipertensión arterial, diabetes, dislipemia (elevación del colesterol), apnea del sueño, obesidad y hábitos de vida nocivos: tabaquismo, abuso de alcohol, sedentarismo y el estrés. También enfermedades cardiacas, especialmente una arritmia que conocemos como fibrilación auricular. Con la adecuada corrección y tratamiento de estos factores de riesgo se podría reducir más del 90% de los ictus. En Aragón se producen entre 2.800 y 3.000 nuevos casos de ictus al año.
Los síntomas generalmente se producen de forma brusca e inesperada y los principales son:
Cabe recordar que para abordar la atención a esta patología, en el año 2009 se implementó el Plan de Atención al Ictus en Aragón (PAIA), una estrategia que se revisa anualmente. Una de las claves para el éxito en la atención a esta patología es la rapidez con la que se detectan sus síntomas iniciales y se contacta con el sistema de emergencias. Es por ello que en la cadena asistencial destinada a esta patología es fundamental la interconexión y coordinación precisa entre los servicios de urgencia extra e intrahospitalarios con el denominado Código Ictus, diseñado con el fin de una rápida identificación, notificación y traslado de los pacientes a los servicios de urgencias.