El conocimiento científico sobre la covid-19 ha avanzado enormemente desde el inicio de la pandemia, en marzo del año pasado, pero una cuestión continúa desconcertando a los científicos: ¿Qué posibilidades existen de que una persona que ya ha pasado la enfermedad vuelva a contagiarse? Los datos recopilados apuntan a que los casos de pacientes que se han infectado dos veces por este coronavirus son mínimos, pero las dificultades para detectar las reinfecciones ponen en cuarententa las cifras oficiales.
Según la última actualización del informe 'Situación de covid-19 en España', elaborada por el Instituto Carlos III el 27 de octubre, en España se han contabilizado hasta ahora 12.392 reinfecciones, pero de ellas, solo 1.080 (el 8,7%) han podido ser confirmadas. Otras 1.764 (el 14,2%) se consideran "posibles" y el grueso de estas notificaciones, 9.548 (el 77%) figura como "probables".
De cualquier forma, según este documento, incluyendo todos los casos, se han producido 10.724 reinfecciones desde el 19 de mayo, lo que representa apenas el 0,77% del total de positivos contabilizados por el Ministerio de Sanidad desde esa fecha (1.380.747). Así, parece que las reinfecciones son anecdóticas dentro del global de enfermos de covid-19, aunque las dificultades para registrar correctamente los casos de las personas que han pasado dos veces el virus empuja a la cautela.
Qué debe ocurrir para que un contagio se considere reinfección? Para comprobar que una persona ha sufrido dos veces el virus, es necesario que en su primer contagio se le hubieran realizado pruebas PCR y además, se hubiera secuenciado el genoma del virus, un proceso completo que debe repetirse también en el segundo caso, para de esta forma averiguar que la variante con la que se ha contagiado en la segunda ocasión es diferente que la primera (los anticuerpos desarrollados para la primera infección impiden que la misma variante contagie en dos ocasiones). Si las variantes detectadas en la secuenciación son diferentes, se entiende que se trata de una reinfección, pero si son similares, podría tratarse de una recaída, provocada por que el virus haya podido permanecer en algún reservorio, una causa que también podría explicar otra de las grandes incógnitas de la pandemia, la covid persistente. Dos estudios publicados en las revistas 'The Lancet' y 'Clinical Infectious Diseases' apuntan a que las personas que han padecido la enfermedad disfrutan de un 80,5% de protección frente a la reinfección y que ésta se produce en apenas el 0,2% de los ya contagiados.
Además, las vacunas han introducido otro factor de distorsión a la hora de determinar si se produce una reinfección: los anticuerpos que producen pueden confundirse con los que el organismo ha generado tras una infección previa, teniendo en cuenta, además, que los que han pasado la enfermedad seis meses antes de la vacunación sólo han recibido una dosis.
"Nunca hemos llegado a tener muy claro qué ocurre con las reinfecciones y ahora va a ser todavía más difícil averiguarlo, ya que con la vacunación, resultará complicado conocer si la infección es previa o de las vacunas", corrobora el epidemiólogo catalán Salvador Macip, director de un laboratorio en la Universidad de Leicester y profesor de la Universitat Oberta de Catalunya.
"Lo que es evidente es que las vacunas reducen también el riesgo de reinfección porque preparan al sistema inmune para ofrecer una mejor respuesta, y aunque no evitan el riesgo al 100%, sí pueden provocar que la nueva enfermedad sea aún más leve o asintómatica", agrega Pedro Gullón, profesor de Medicina Preventiva en la Universidad de Alcalá de Henares.