La dexametasona se ha convertido en un medicamento muy relevante en la lucha contra la covid-19 tras conocer el informe de la Universidad de Oxfors que confirma su valía para el tratamiento de algunos pacientes en situación de gravedad. Sin embargo, los expertos alertan de los riesgos existentes si se utiliza de manera preventiva por parte de la población. "No es un medicamento preventivo. Ningún corticoide debería tomarse sin receta y sin síntomas", ha destacado Santiago Andrés, presidente de la Academia de Farmacia Reino de Aragón.
Andrés ha recordado que existen cuatro tipos de pacientes covid: asintomáticos y que no necesitan medicación, los que sufren un malestar general como en una gripe y que deben ser tratados con paracetamol, los que tienen afecciones pulmonares, "doble neumonía" y los que derivan en una tormenta de citoquinas, "que implica la formación de coágulos que estropean las arterias y afectan a corazón y pulmones". En estos dos últimos supuestos -doble neumonía y tormenta de citoquinas- está siendo muy relevante el uso de la dexametasona.
La dexametasona es un corticoide que de manera natural genera el propio organismo humano, en las hormonas suprarenales. "Es el antiflamatorio más efectivo y por ello está dando buenos resultados en pacientes graves", ha destacado Andrés. Ha enfatizado que, aunque el cuerpo lo genera, el medicamento que se administra a los pacientes se fabrica sintéticamente y en dosis mucho más elevadas. Este medicamento también tendría efectos adversos importantes como la aparición de edemas, osteoporosis, diabetes, cataratas o glaucomas.
"Es importante que sea un médico el que controle la dosis necesaria para el paciente", ha recalcaldo, al tiempo que ha recordado que no se vende sin receta en las farmacias. "Es necesario que exista una prescripción sanitaria y que el paciente presente síntomas", ha enfatizado. De hecho, las tres características de la dexametasona son su labor aniflamatoria, antialérgica y también es un inmunodepresor. "Baja las defensas, pero salva vidas", ha recalcado Andrés.
Al tratarse de un inmunodepresor, Andrés ha destacado, que su uso como "prevención" podría provocar efectos adversos. "Al bajar las defensas, puede aumentar la posibilidad de contagio. Por ello, nunca hay que tomarlo sin indicación médica", ha recordado.