La mortalidad por cáncer de mama disminuye en torno al 1% cada año, con una supervivencia media superior al 80% a los 5 años del diagnóstico gracias, entre otros factores, a las terapias más precisas que contribuyen a frenar las recaídas y, cada vez más, a controlar la enfermedad con metástasis.
Unos avances en prevención, diagnóstico y tratamiento del tumor más frecuente en la mujer que son el eje del 14 Simposio Internacional del Grupo GEICAM de Investigación en Cáncer de Mama que reúne en el Centro Kursaal de San Sebastián a más de 400 especialistas de forma presencial tras dos años de pandemia.
En la presentación de este simposio, que se clausura este viernes, el presidente de GEICAM, el oncólogo Miguel Martín, ha destacado la importancia de la investigación académica independiente de la industria farmacéutica, aunque también exista colaboración, para impulsar el abordaje del tumor más frecuente en la mujer.
La investigación ha permitido que el pronóstico en cáncer de mama haya mejorado notablemente en los últimos años gracias a diagnósticos precoces, a la identificación de pacientes que no van a necesitar quimioterapia, a una menor toxicidad de los tratamientos y a las nuevas terapias más precisas y dirigidas a dianas del tumor.
Así, la mortalidad por cáncer de mama disminuye un 1% cada año, “un avance muy importante”, ha destacado la doctora Isabel Álvarez, miembro de la Junta Directiva de GEICAM y oncóloga de la Unidad de Gestión del Cáncer de Guipúzcoa.
Sin embargo, también aumenta cada año un 1% la incidencia de cáncer de mama “porque vivimos más y porque funcionan los mecanismos de diagnóstico precoz”, ha señalado por su parte el doctor Ander Urruticoechea, vicepresidente de GEICAM y oncólogo de la Unidad de Gestión del Cáncer de Guipúzcoa.
A los 5 años sobreviven más del 80% de las pacientes, muchas de ellas curadas, pero hay que observar su evolución en los siguientes 10, 15 o 20 años ya que en un 20-30% de los casos pueden recaer con metástasis, “el objeto de nuestros desvelos”, según el oncólogo.
El cáncer de mama metastásico es uno de los retos de la investigación y, aunque hoy por hoy no se puede hablar de curación, "hemos conseguido cronificar la enfermedad durante tiempo con índices de calidad de vida buenos para las pacientes”, ha subrayado la doctora Álvarez.
Para el cáncer de mama metastásico se abren nuevas posibilidades de tratamiento con los anticuerpos conjugados (que combinan el anticuerpo monoclonal y la quimioterapia) y que actúan como “caballo de Troya" al entrar en las células tumorales y destruirlas sin dañar tanto otras células sanas.
Este es el caso del novedoso fármaco combinado trastuzumab deruxtecan que se posiciona como terapia estándar de segunda línea en cáncer de mama metastásico del subtipo HER2-positivo.
Para los cánceres de mama del subtipo triple negativo, el menos frecuente pero el más agresivo al contar con menos opciones terapéuticas, la inmunoterapia (que estimula el sistema inmune del paciente contra las células malignas) se sitúa como tratamiento en casos metastásicos y localizados.
El presidente de GEICAM ha destacado la necesidad e importancia de poder realizar ensayos clínicos con el fin de seguir avanzando en el conocimiento y abordaje del cáncer de mama, con una mayor información para el paciente, aunque ha lamentado que los trámites burocráticos demoren este acceso.
“La situación no es mala, pero es mejorable. Cada comunidad autónoma debería tener un registro centralizado de ensayos clínicos para facilitar traslados de pacientes de unos hospitales a otros”, ha manifestado.
Cada año se diagnostican en España más de 30.000 casos de cáncer de mama y en un 1% de los casos son los hombres los afectados.
Fuente: Heraldo de Aragón