Ángeles Salcedo se puso de parto el 15 de diciembre de 1971, cogió un taxi, acudió al Hospital General Miguel Servet -como lo llamaban- y de allí le derivaron al Materno Infantil.
Recuerda que bajó andando como pudo: "Que no voy a llegar", le decía a su suegra, que le acompañaba. Cuando entró, unos celadores le abrieron las puertas. "Vi todo muy vacío y con lujos, con centros de flores", cuenta esta aragonesa natural de Luna y afincada en Zaragoza.
Estaba todo vacío porque era la primera madre que iba a dar a luz en este edificio que en 2021 cumple medio siglo de vida y cuyos actos conmemorativos arrancan este viernes. Lo habían inaugurado a mediodía y a las 15.00 nació la niña. "Estrené el quirófano, las habitaciones… ¡Estrené todo! Estaba yo sola. Pero yo no sabía que era la primera, me lo dijeron cuando me desperté", relata Ángeles.
Ayer, a las tres de la tarde, nacía en la nueva maternidad de la Ciudad Sanitaria de la Seguridad Social de Zaragoza el primer 'inquilino', mejor dicho 'inquilina', puesto que se trataba de una niña", informaron en las páginas de HERALDO al día siguiente. En la foto que ilustraba la noticia aparece Ángeles con su hija en brazos y rodeada del equipo que la asistió: "El doctor Santiago Lorén, jefe clínico de la nueva Maternidad; la comadrona Vicenta Gambarte, decana de las comadronas; el anestesista coordinador, doctor Tormo, y el pediatra doctor Hernández Gaya".
"Lo recuerdo siempre, a lo mejor busco los recortes de periódico de esos días y digo, madre si han pasado años ya", apunta Ángeles con nostalgia.
En las crónicas que se publicaron en este diario se recuerda que a los cuatro primeros niños se les entregó una medalla conmemorativa de oro y una canastilla, esa que Ángeles todavía conserva vestida de rosa. A los cuatro días le dieron el alta y José Antonio Teresa, su esposo, fue a buscarla. De esos días de ingreso guarda nítidos recuerdos. "Por ejemplo, me enteré del autobús que se había caído al río Ebro por el puente de Piedra cuando estaba todavía en la cama. Me lo dijo una enfermera", rememora. Para los médicos, matronas y auxiliares solo tiene palabras de agradecimiento.
La matrona Ángela Gracia no estuvo en el nacimiento inaugural, pero le asaltan recuerdos cuando lee el nombre de sus antiguos compañeros, formó parte de ese primer equipo. También recuerda esos primeros días con claridad: "Vinieron todos los partos de golpe". Para los sanitarios la nueva maternidad era "fantástica". "Eran nuevos espacios, teníamos una sala preciosa en comparación con el poco espacio de la general…", rememora esta matrona.