Buscar fármacos de forma rápida y ágil frente al virus SARS-Cov-2, causante de la pandemia covid-19, es el objetivo del proyecto de investigación que acaba de ponerse en marcha en el Instituto de Biocomputación y Física de Sistemas Complejos (BIFI) de la Universidad de Zaragoza, liderado por Adrián Velázquez Campoy, investigador de la Agencia Aragonesa para la Investigación y el Desarrollo (ARAID) del Gobierno de Aragón para la captación de talento.
“Con este proyecto vamos a tratar de identificar moléculas que inhiban la actividad de dos proteínas virales -PLpro y 3CLpro-, que son esenciales para el virus”, señala Adrián Velázquez, que ya investigó sobre el SIDA y el SARS (virus similar a SARS-Cov-2) durante su etapa postdoctoral en Estados Unidos (1998-2003). Posteriormente, desde su vuelta a España en 2003, ha trabajado en la Universidad de Zaragoza en la búsqueda de fármacos frente a hepatitis C, úlcera gástrica, fenilcetonuria, cáncer pancreático, cáncer de colon y síndrome de Rett, entre otras enfermedades.
Esta investigación ha surgido gracias al acuerdo de colaboración entre dos entidades sin ánimo de lucro: Por un lado, la Fundación hna, constituida por la Hermandad Nacional de Arquitectos Superiores y Químicos en 2017, que establece colaboraciones en actividades de investigación en los campos de la medicina y la salud. Por otro, la Fundación ARAID, con una plantilla de más de 50 investigadores, constituida por el Gobierno de Aragón en 2007 para promover la investigación, el desarrollo y la innovación en Aragón.
En este proyecto participan además Olga Abián (Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud (IACS) y de la Fundación Instituto de Investigaciones Sanitarias (IIS) de Aragón, Sonia Vega (Instituto BIFI - Universidad de Zaragoza), e investigadores post- y predoctorales: David Ortega, Ana Jiménez, Laura Ceballos, Violeta Morcuende y Sonia Hermoso.
'Fármacos frente sars‐cov‐2: Plataforma rápida y ágil de búsqueda de fármacos frente a coronavirus humanos y otras amenazas futuras' es la denominación concreta de este estudio que durante un año se desarrollará empleando los recursos experimentales del Laboratorio Avanzado de CRibado e Interacciones Moleculares de Aragón (LACRIMA) en el BIFI.
Además de identificar moléculas que bloqueen dos proteínas clave del virus SARS-Cov-2, este estudio busca crear una infraestructura experimental de validación de las moléculas seleccionadas que sea adaptable a virus similares y amenazas futuras.
“Si conseguimos nuestros objetivos, se obtendrían moléculas que interfieren en el ciclo de replicación viral mediante dos mecanismos diferentes: mecanismo competitivo y mecanismo alostérico”, apunta Adrián Velázquez.
En su opinión, aunque los ensayos clínicos actuales puestos en marcha conduzcan a una terapia antiviral efectiva para aplicación en clínica a corto plazo, a largo plazo será necesario disponer de un arsenal de fármacos que actúen según diversos mecanismos de acción y minimicen la posibilidad de aparición de resistencia a fármacos debido al propio tratamiento terapéutico, o a la probable evolución natural del virus, como ha ocurrido con otras enfermedades virales.
Y añade que está convencido de que “las herramientas experimentales desarrolladas permitirán actuar de forma rápida ante emergencias futuras causadas por virus similares a SARS-CoV-2”.
Precisamente, este científico trabaja en el estudio biofísico estructural y funcional de dianas farmacológicas y en la aplicación de ese conocimiento al descubrimiento de fármacos frente a enfermedades infecciosas, congénitas y cáncer.
Para Adrián Velázquez el desarrollo de este proyecto supone “una contribución más al esfuerzo colectivo de la ciencia para el desarrollo de herramientas terapéuticas eficaces, y una forma de demostrar que nuestro trabajo a lo largo de años tiene una aplicación útil y directa en momentos complicados e inciertos”.
Asimismo, señala que frente a esta pandemia del covid-19, mantenerse en casa durante la cuarentena “es una herramienta efectiva y necesaria” para contener la epidemia que todo el mundo está aceptando y realizando de forma responsable, pero insiste en que “es necesario desarrollar modos activos de contención: fármacos y vacunas”.