El primer informe del Ministerio de Sanidad sobre la efectividad de las vacunas confirma los datos de los ensayos clínicos: los cuatro compuestos que se han suministrado en España han frenado la expansión de la covid-19 y sobre todo, sus consecuencias más dramáticas. Las hospitalizaciones y las defunciones han caído más del 90% y las infecciones, entre el 70 y el 90%, según el documento 'Análisis de la efectividad de la vacunación frente a covid-19 en España', que acaba de publicar el departamento de Carolina Darias. En cualquier caso, del estudio se desprende que las vacunas de ARN mensajero y AstraZeneca aportan más protección que la monodosis de Janssen.
Los ensayos clínicos auguraban, desde hace más de un año, una gran eficacia de los compuestos, y los resultados sobre el terreno, tras diez meses de campaña de vacunación, "muestran una alta efectividad de las vacunas en los diferentes grupos de edad, que se mantiene en el tiempo incluso transcurridos varios meses de la vacunación y tras la llegada y expansión de la variante Delta a finales de junio", exponen los expertos del Ministerio de Sanidad. Es decir, las vacunas son eficaces entre jóvenes y mayores, mantienen la inmunidad en el tiempo (aunque se reduce paulatinamente) y funcionan frente a las variantes conocidas hasta ahora.
Por grupos de edad, en los mayores de 80 años se ha hallado una efectividad "ligeramente inferior" que en otros colectivos: del 84% frente a infección sintomática, del 88% frente a hospitalización y del 91% frente a fallecimiento. En comparación, las cifras en el grupo de 70-79 años fueron del 90%, 95% y 96%. Y en este punto, los autores del estudio destacan que "aunque se observa una menor protección en los primeros vacunados (marzo para los mayores de 80 y abril para los de 70-79 años), esto es posiblemente debido a las características de las primeras personas que accedieron a la vacunación en cada grupo, aunque no puede descartarse una cierta pérdida de inmunidad con el tiempo".
Esa pérdida de inmunidad aparece, sobre todo, entre los residentes en centros de mayores y respecto a la enfermedad grave conforme transcurren los meses desde que se produjeron los pinchazos. En este colectivo, según el estudio de Sanidad, la efectividad se mantiene en valores superiores al 96% frente a infección, infección sintomática, hospitalización y defunción, en los vacunados de mayo en adelante, pero en los primeros vacunados, aquellos que recibieron las dosis en marzo o antes, la efectividad disminuye al 58%, 64%, 65% y 77%, para infección, infección sintomática, hospitalización y defunción, respectivamente. Para intentar paliar esta pérdida progresiva de inmunidad, las comunidades autónomas inoculan desde finales de septiembre a los residentes en geriátricos una tercera dosis de la vacuna.
Además, entre los más jóvenes la efectividad frente a infección fue menor que en los mayores, sobre todo en los meses de julio y agosto, cuando se produjo el pico de casos de la quinta ola. Sin embargo, "estas diferencias no se observan en la efectividad frente a hospitalización ni fallecimiento", es decir, las vacunas tienen una eficacia alta y prácticamente similar para todos los grupos de edad respecto a la covid grave.
Por sexos, los datos apenas ofrecen diferencias. La efectividad promedio es ligeramente inferior en mujeres que en hombres frente a infección (76% y 80%, respectivamente) e infección sintomática (77% y 81%, respectivamente), pero se mantiene frente a hospitalización (93% en ambos sexos) y fallecimiento (92% y 91%, respectivamente).