"Las personas no vacunadas tiene el mismo riesgo de acabar en la uci o de fallecer que hace unos meses porque el virus no se ha debilitado, es el mismo y de hecho se trasmite más. Por eso, que no confíen en que les vamos a proteger los demás con la inmunidad comunitaria". Este es el contundente mensaje que lanzaron de forma coincidente Margarita del Val, investigadora científica del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, e Ignacio López Goñi, catedrático de Microbiología de la Universidad de Navarra, dos de las voces científicas más autorizadas durante esta pandemia. Ambos participaron este miércoles participaron en un ciclo de conferencias coordinado por el investigador aragonés Alberto J. Schumacher y organizado por la sede Pirineos de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en el Teatro Olimpia de Huesca.
Del Val y López Goñi dieron una visión optimista aunque todavía cautelosa a corto y medio plazo ya que estiman que de cara a este próximo otoño e invierno podría haber un aumento de casos, aunque no esperan que sean graves gracias a que altísimo nivel de vacunación de España. "Lo que cabría esperar a partir de ahora es que hubiera pequeñas ondas. Lo que nos tiene que preocupar a partir de ahora no es el número de casos, sino el de graves, hospitalizados y fallecidos", afirmaron. No obstante, insistieron en seguir recomendando el uso de la mascarilla, la distancia social, las burbujas sociales pequeñas, la higiene y la ventilación.
La investigadora hizo hincapié en la importancia de vacunarse porque se ha demostrado que tienen una protección duradera. Y frente a las dudas que han surgido sobre si realmente son seguras habiéndose desarrollado tan rápido contestó que "el hecho de haberse hecho tan rápido hace que sean las más seguras de la historia porque antes se tardaba años en conseguir voluntarios, financiación, estudios, fábricas para producirlas... y ahora se ha logrado todo eso en muy poco tiempo y encima se han detectado los efectos adversos muy rápidamente y se les ha podido poner coto rápidamente", argumentó Margarita del Val.
Margarita del Val aseguró que la vacunación es necesaria también entre aquellas personas que han podido pasar la enfermedad porque en esa segunda exposición es cuando generan mejores anticuerpos en el sistema inmunitario. Y de hecho confesó que "envidia" a este perfil de personas "porque son los que tienen las defensas más potentes".
Lo que no recomendó es la administración de una tercera dosis salvo para personas inmunodeprimidas. En lugar de esa "hipervacunación" en España, reclamó una distribución más equitativa de estas vacunas para que lleguen a los países con menos recursos. En este sentido, criticó que hayan llegado solo 344 millones de vacunas para 144 países cuando solo en España se han vacunado 40 millones de personas con dos dosis.
Respecto a la vacunación en niños, también coincidieron en que el debate sigue abierto ya que tienen menos beneficios que en mayores y un riesgo de enfermar gravemente muy inferior que la investigadora cuantificó en 250 veces. Además, destacaron que por ahora los estudios indican que hasta los 18 años los efectos son leves y apenas hay secuelas.
Ambos científicos atribuyeron el retraso que llevan las vacunas españolas a la falta de fondos públicos que se destinan a la investigación. "Si no se ha dedicado dinero en el pasado a los grupos de investigación, no podemos esperar que vayan a una mayor velocidad. La Universidad de Oxford puso a más de 100 personas a trabajar en la vacuna de Astra Zeneca y se destinaron cientos de millones de euros, pero aquí destinamos a lo mejor 10 o 20 millones y 10 personas y claro, así vas a la velocidad que vas", lamentó Ignacio López Goñi. Aun así, auguraron un gran futuro a la vacuna intranasal que está desarrollando el equipo de Luis Enjuanes, director del laboratorio del Coronavirus del Centro de Biotecnología del CSIC, "porque podría generar una inmunidad esterilizante ante todo tipo de infecciones respiratorias y ahora no hay ninguna".
El ciclo de conferencias llevaba por título 'Combatiendo las pseudociencias y la infodemia' y por ello no rehuyeron las preguntas sobre la teoría de que el virus pudo crearse en un laboratorio de China. Los dos expertos admitieron que aunque es una posibilidad que no se puede descartar, lo más probable, "y en lo que existe un consenso científico", recalcaron, es que el origen de este coronavirus sea animal "porque todos los que conocemos hasta ahora proceden de ellos". "De esto tenemos datos, de lo otro solo hay especulaciones", insistieron, aunque también opinaron que lo ideal es que hubiera una investigación independiente.