Desde la Comisión Europea se coordina y negocia la compra de vacunas. A España, y a Aragón, ya han llegado las de Pfizer y Moderna. Y la siguiente será la de AstraZeneca, desarrollada en la Universidad de Oxford, una vez que sea aprobada por la Agencia Europea del Medicamento, seguramente en febrero. Después, explica Ignacio Aguiló, coordinador del equipo de inmunidad de la vacuna contra la tuberculosis que desarrolla la Universidad de Zaragoza, se espera "Curevac, que es una vacuna ARN similar a las de Pfizer y Moderna; la de Johnson and Johnson, que es un vector viral adenovirus, similar a la de AstraZeneca, aunque diseñada para poner una dosis en lugar de dos; y Novavax, que es la proteína S directamente junto con un adyuvante, y de este tipo todavía no hay ninguna aceptada. Ninguna de estas tres vacunas ha presentado datos de eficacia por lo que aún faltan algunos meses para que las veamos"
Pfizer, Moderna y Curevac: novedosa tecnología ARN
Se pensaba que las primeras vacunas en llegar no serían las más eficaces, "pero ha resultado que las primeras que han llegado, las de ARN, lo han sido", señala Ignacio Aguiló. "Otra cosa será ver en el futuro cuánto dura la protección, pero esto es algo que a día de hoy no se puede saber, ni con las de ARN ni con ninguna, porque hace falta que pase más tiempo".
Las vacunas de Pfizer y Moderna se basan en una novedosa tecnología. Usan el ARN mensajero, que se introduce en las células humanas para que el propio cuerpo produzca proteínas virales que le sirven para generar los anticuerpos que necesita para defenderse. No obstante, cada vacuna usa su propio tipo de cobertura lipídica para proteger el ARN mensajero. Ambas vacunas presentan eficacias cercanas al 95% y necesitan ser suministradas dos veces (con 21 días de diferencia la de Pfizer y 28 la de Moderna).
La temperatura es un problema para la distribución de estas vacunas, "pero es algo difícil de cambiar dado que el ARN es una molécula muy débil y que se degrada con mucha velocidad con la temperatura". Mientras la de Pfizer necesita temperaturas de entre -60 y -80ºC, lo que ha obligado a organizar un costoso y complejo sistema de distribución y almacenaje, la de Moderna tan solo requiere -20ºC, como un congelador doméstico. Fuera de los supercongeladores que necesita la vacuna de Pfizer, el suero aguanta 5 días en una nevera, mientras la de Moderna resiste hasta 30 días. "La contrapartida es que la de Moderna solo puede moverse congelada a -20ºC y la de Pfizer se puede distribuir descongelada", apunta Luis Gascón, jefe de servicio de Prevención y Promoción de la Salud de la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Aragón y responsable de la campaña de vacunación contra la covid en Aragón. "A muchos países no van a poder llegar por falta de congeladores", afirma Aguiló. Y otra desventaja es el precio: son bastante más caras que las otras.