Las mujeres con Alzheimer viven más que los hombres con la enfermedad, y los científicos de la Universidad de California en San Francisco (Estados Unidos) ahora tienen evidencia de investigación en humanos y ratones de que esto se debe a que tienen protección genética contra los estragos de la enfermedad, según publican en la revista 'Science Translational Medicine'.
Por tener un segundo cromosoma X, las mujeres obtienen dos "dosis" de una proteína protectora de un gen que solo existe en este cromosoma sexual femenino. Algunas personas, tanto hombres como mujeres, tienen una variante especialmente potente de este gen, que se llama KDM6A, que les brinda aún más protección. Pero, debido a la forma en que funcionan los cromosomas sexuales (las mujeres tienen dos X, pero los hombres solo tienen una), las mujeres tienen dos copias de este gen que producen la proteína protectora.
El nuevo estudio ofrece un primer vistazo a cómo los cromosomas sexuales afectan la vulnerabilidad al alzhéimer. Y ayuda a explicar por qué las mujeres sobreviven más tiempo y con síntomas menos graves que los hombres durante las primeras etapas de la enfermedad, incluso cuando tienen niveles comparables de proteínas tóxicas del alzhéimer en sus cerebros.
"Desafía un dogma"
"Este hallazgo desafía un dogma de larga data de que las mujeres son más vulnerables al alzhéimer", resalta la doctora Dena Dubal, profesora asociada de neurología en la UCSF, autora principal del estudio y miembro del Instituto Weill de Neurociencias de UCSF-. Más mujeres que hombres tienen alzhéimer porque sobreviven hasta edades más avanzadas, cuando el riesgo es mayor. Pero también sobreviven con la enfermedad durante más tiempo".
Si bien gran parte del segundo cromosoma X de una mujer está "silenciado" por una capa externa de ARN no codificante, una pequeña cantidad de genes escapan de este proceso, tanto en ratones como en humanos, dando a las hembras el doble de la dosis de las proteínas codificadas por esos genes.
Los investigadores se concentraron en uno de estos genes activos, KDM6A, que ya se sabe que está involucrado en el aprendizaje y la cognición: cuando este gen funciona mal, causa el síndrome de Kabuki, caracterizado por un retraso en el desarrollo y una discapacidad intelectual de leve a grave.