Un corazón sano requiere de constancia en la práctica de hábitos saludables y rutinas sanas. Una alimentación equilibrada, el control de los niveles de glucosa y colesterol en la sangre, el equilibrio en la presión arterial y el abandono de vicios como el tabaco o el alcohol son variables fundamentales de cara a una buena salud cardiovascular. Por supuesto, otro de los factores clave en este sentido es la realización de deporte, la actividad física en general y algunos ejercicios en particular. Los más comunes, entre los ejercicios aeróbicos, en las rutinas de la población son andar y correr, ya sea en el gimnasio como al aire libre. Pero existen muchos otros.
Además de salir a andar y correr, actividades cuyo rendimiento dependen de variables como distancias, inclinaciones y ritmos, otros deportes individuales que favorecen la salud cardiovascular son la natación y salir en bicicleta. Además de estos, los deportes colectivos, de equipo, en general, también son grandes opciones para la distribución del oxígeno en la sangre y el movimiento de un músculo como el corazón. Por otro lado, los ejercicios de fuerza, tales como el levantamiento de pesas o los deportes de contacto, como el boxeo, y las artes marciales, también requieren de una implicación cardiovascular importante.
Aparte de los ejercicios cardiovasculares clásicos, ideales para reducir cintura y bajar la barriga, al ser efectivos en la pérdida de grasa en la zona abdominal, podemos enumerar más. Ejercicios, todos ellos, fáciles de incorporar a una rutina, que se pueden hacer en casa y que no implican una gran pérdida de tiempo en la ajetreada rutina que todo ciudadano sufre en el día a día.